Fuente: Nuestromar
alquiler del buque regasificador se extenderá hasta 2012. El GNL es casi ocho veces más caro que el gas que entregan los productores locales.
Llegó en una operación relámpago y por cinco meses, pero ahora su estadía va camino a prorrogarse hasta 2012.
El Gobierno está muy cerca de prorrogar por cuatro años el alquiler del buque regasificador que se encuentra amarrado en Bahía Blanca y permite inyectar hasta 8 millones de metros cúbicos diarios de gas (MMCD).
Con esta medida, la importación de GNL (gas natural licuado) por barco que se había instrumentado como una salida de emergencia para este invierno se convertirá en algo habitual, aunque con un costo económico altísimo de casi $ 15 millones diarios.
El gas que arriba por vía marítima tiene un precio promedio de US$ 17 por millón de BTU, que resulta casi ocho veces superior al valor que se les reconoce a los productores locales y el doble de lo que se paga por el combustible que envía Bolivia.
El Ministerio de Planificación que conduce Julio De Vido decidió hacer uso de la opción de prórroga que prevé el alquiler del buque regasificador y pactar una nueva contratación hasta fines de 2012.
Con el gas importado por barco, el Gobierno buscará cubrir los baches que dejan los menores envíos de Bolivia y destinar una parte de la producción a Chile durante los meses de calor con el fin de morigerar los recortes que se vienen aplicando a los clientes trasandinos desde principios de 2004.
Según los contratos de provisión de gas que suscribieron el ex presidente Néstor Kirchner y Evo Morales, a partir de 2008 Bolivia debía enviar a la Argentina 7,7 MMCD.
Pero, por la falta de inversiones y la crisis política y económica interna, la administración boliviana sólo esta enviando un volumen diario que oscila entre 1,8 y 2,5 MMCD.
La jugada oficial para extender el alquiler del buque regasificador se da en forma simultánea con las iniciativas que en el mismo sentido salieron a desplegar las autoridades uruguayas y brasileñas.
En el caso de Uruguay, el Gobierno de Tabaré Vazquez está negociando la instalación de un barco regasificador en Montevideo para garantizar el abastecimiento interno.
Por su parte, Brasil confirmó en la última semana la contratación de dos buques para importar GNL que entrarán en servicio a fines de 2008 en el estado de Ceará y en Río de Janeiro.
Más allá de asegurarse la presencia del barco regasificador, la administración kirchnerista no ha podido aún encarrilar la situación económica de la estatal ENARSA que es la encargada de llevar adelante la operación comercial de importación de GNL.
Según el esquema oficial, las compras de GNL se iban a cubrir por dos vías. Por un lado, con la venta de una parte del combustible a las grandes industrias que debían pagar el precio real del gas. Y por otro lado, con las mayores retenciones aplicadas a las exportaciones de gas a Chile y Uruguay.
Hasta ahora, ENARSA no ha podido facturarle ese gas a ninguna industria y tampoco vio los ingresos extras que iba a recibir por la fuerte suba impositiva dispuesta sobre las, cada vez más reducidas, exportaciones de gas que se concretan a los países vecinos.
Por Antonio Rossi
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