El `Begoña del Mar´ logró una autorización temporal para zarpar a las 20 horas de ayer. Los pasajeros están indignados por la situación. Por su parte, el `Pitiusa Nova´ está retenido en Eivissa hasta que arregle sus motores
Fuente: Diario de Ibiza
Formentera / Eivissa | C. C. / N. G. G.
La inspección de Capitanía Marítima de Alicante, dependiente de la dirección general de Marina Mercante, ordenó el martes por la noche que el `Begoña del Mar´ -ferry de Iscomar que realiza el trayecto entre Dénia y Eivissa- no embarcara pasajeros debido a la falta de un certificado para poder navegar. A su vez, el `Pitiusa Nova´, que cubre la línea Formentera-Dénia, también carece de la autorización de Capitanía Marítima de Eivissa para zarpar hasta que no resuelva las deficiencias técnicas detectadas en sus motores.
Aunque el `Begoña del Mar´ podía llevar carga, no realizó el trayecto de las 8 horas de ayer con salida desde Dénia ni el de regreso desde Eivissa de las 14. Durante la tarde, el responsable de comunicación de la naviera aseguró que el problema estaba resuelto y el buque zarpó con todos los permisos, pasaje y carga, a las 20 horas del puerto alicantino.
El capitán marítimo de Alicante, Domingo López, explicó a este diario que la decisión de impedir el embarque del pasaje se debía a «una deficiencia en una certificación que no admite Marina Mercante». Los inspectores de Capitanía Marítima viajaron en el buque que salía de Eivissa el martes por la noche y al llegar a Dénia levantaron un acta haciendo constar la carencia de «rociadores» en unos mecanismos de la sala de máquinas. Según López, «por razones de seguridad» se impidió el embarque hasta que la dirección de Marina Mercante lo autorizara.
Iscomar se puso manos a la obra y realizó ayer las gestiones oportunas para lograr que se levantara de forma temporal la prohibición de embarcar pasaje. Con esta decisión, Marina Mercante mantuvo el acuerdo alcanzado hace varias semanas con la naviera, según el portavoz de la compañía, en el que se les daba de plazo hasta el 1 de septiembre para solucionar las deficiencias detectadas en el buque, pese a la inspección negativa de Capitanía Marítima.
«Lo barato sale caro»
Jorge, Ramón, Sandra y Francisco, cuatro amigos de Valencia, llegaron a Eivissa el sábado para pasar unos días de vacaciones. A las 14 horas de ayer debían zarpar a bordo del `Begoña del Mar´ rumbo a Dénia, pero a las diez recibieron un mensaje de móvil en el que Iscomar les avisaba de que el barco no partiría «por problemas técnicos». Una vez en la oficina que la naviera tiene en el puerto de Vila, les dijeron que ellos «no se preocupan de nada», explicó Jorge, quien añadió que les ofrecieron tres posibilidades: viajar hoy a Barcelona, esperar al domingo para ir a Dénia o devolverles el importe del billete de vuelta. Tras cursar una reclamación, compraron un billete con Baleària para las 15 horas por «el doble» del precio inicial y para cuyo pago tuvieron que pedir una transferencia bancaria.
En la misma situación estaban ayer un centenar de personas aproximadamente, que accedían a las oficinas de Iscomar sin saber qué iba a pasar y cuándo podrían partir. «A ver qué solución nos dan», se escuchaba decir en la cola que salía hasta la calle. La cifra total de afectados no fue facilitada por la compañía.
«Lo barato sale caro», resumieron Andrés y Carlos, dos chicos de que decidieron aguardar al barco de Barcelona. Ambos se marcharon sin poner reclamación por «el agobio de estar dentro» de la oficina tras recuperar 94 de los 212 euros que pagaron por el billete de ida y vuelta.
Ramón, que se mostró enérgicamente indignado, tildó a la compañía de «sinvergüeza»: «Hemos reclamado que se presente aquí un responsable y han pasado de nosotros. Son unos sinvergüenzas». «Yo no quiero dinero, quiero una solución», «si al menos pagaran ellos la diferencia de transporte con Baleària», «cómo dormimos hoy [por ayer]; no tenemos dinero ni comida», eran comentarios que se oían entre los afectados, algunos en un tono elevado.
David, alicantino de 23 años, y sus nueve amigos dejaron el apartamento alquilado en Santa Eulària para volver a casa. «Ahora no tenemos donde quedarnos. Estamos pelados [de dinero] y sin casa, eso es lo peor de todo», criticó. «Deberían tener algo, otro barco, un hostal. Nos toca buscarnos la vida hasta mañana», declaró una afectada, mientras a pocos metros otro lamentaba que Iscomar ofrecía «un puñado de excusas, pero ninguna solución».
«Voy a poner una reclamación y una demanda», aseguró Emilia López, de Sevilla. Ella, que viajaba con su familia, compró los billetes a Eivissa en mayo tras conseguir una buena oferta, pero ayer tuvo que volver con Baleària pagando «el triple». «A ver qué haces, encima con dos niños pequeños, no te pueden dejar así, deberían pagarte y llevarte en la península de alguna forma», afirmó.
A última hora de la mañana se presentaron en la oficina de Iscomar la Guardia Civil y la Policía Portuaria, aunque no se registraron incidentes más allá de gritos y revindicaciones: «Estamos aquí, no nos dejan irnos. ¿Dónde queremos ir? A Dénia. ¿Cuándo? Hoy [por ayer]».
Pitiusa Nova
Por su parte, el rápido `Pitiusa Nova´ también de Iscomar, que cubre la línea Formentera-Dénia y opera sólo en verano, también carece de la autorización de Capitanía Marítima para zarpar hasta que no resuelva las deficiencias técnicas de sus motores.
Pese a tener uno de los cuatro motores fuera de servicio, se le permitió operar en esas condiciones por la avanzada temporada. Sin embargo, el domingo ya no pudo realizar el enlace con Dénia desde la Savina por una avería en un segundo motor. Por ello, permanece amarrado en el puerto de Vila hasta que disponga de sus motores en condiciones suficientes para una travesía segura.
El capitán marítimo de Eivissa, Jesús Valera, confirmó ayer este extremo y reiteró que la máxima preocupación de la Administración es «velar por la seguridad de los pasajeros». La compañía también ha optado por devolver el dinero de los billetes a los viajeros de este barco.
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