sábado, 16 de agosto de 2008

La costa somalí es la que sufre más ataques piratas a buques, 24 ya este año

Fuente: Faro de Vigo

Desde el secuestro del barco español "Playa de Bakio" los marineros doblaron la vigilancia

M.B./AGENCIAS / A CORUÑA Somalia es el país del mundo donde los piratas del mar lo tienen más fácil para actuar impunemente, pues encabeza el ránking de ataques, con 24 sucesos de los 114 asaltos perpetrados en el primer semestre de este año. La segunda plaza es para Nigeria, con 18, y la tercera para Indonesia, con 13.
Además, entre abril y junio de este año, los ataques de piratas a buques aumentaron un 19% con respecto al primer trimestre, pasando de 52 a 62, precisamente debido al incremento de casos en Somalia y Nigeria, confirma la Agencia Marítima
Internacional.

Uno de estos sucesos fue el secuestro del atunero vasco Playa de Bakio, con ocho tripulantes gallegos a bordo, que permaneció una semana retenido por un grupo de piratas somalís. En el mismo periodo, fueron apresados otros buques como un velero francés o un mercante ruso aunque, según los expertos, hay otros muchos asaltos que no llegan a conocerse.

"La frecuencia y nivel de violencia que se ha empleado contra los tripulantes son razón para alarmarse. Los secuestros y el creciente uso de armas automáticas siguen siendo inaceptables", afirma el Centro de Información e Inteligencia contra la Piratería, con sede en Kuala Lumpur.

Este organismo advierte de que la brutalidad de los asaltantes es particularmente notable en Somalia, donde los piratas habitualmente atacan las embarcaciones con metralletas y lanzagranadas. Los asaltantes somalís navegan a bordo de naves nodrizas camufladas y utilizan lanchas fueraborda o zodiacs con las que rodean al buque objetivo para después abordarlo. Fue la fórmula empleada en el ataque al Playa de Bakio, al que asaltaron de noche, mientras la tripulación cenaba, lanzándole una granada, que afectó a parte de los equipos del pesquero español.

Medidas de vigilancia

Ahora para evitar secuestros, los armadores españoles que poseen buques faenando en aguas conflictivas han dado órdenes a sus tripulaciones para que refuercen la vigilancia las veinticuatro horas. Los pesqueros mantienen a una persona en cubierta todo el tiempo y a otra controlando los radares para ver los movimientos de otros buques y dar la alerta rápidamente, en caso de que haya indicios de un posible ataque.

Pero además, los motores de los pesqueros permanecen encendidos todo el día, mientras que antes por la noche los apagaban para ahorrar, para, en caso de asalto, reaccionar lo más rápido posible. La gran potencia de estos buques ya ha evitado otros abordajes de piratas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario