miércoles, 13 de agosto de 2008

Agoniza la industria naviera

Fuente: Por Esto!

Pide ayuda para salvarla un grupo de 120 obreros

Un grupo de 120 obreros se organiza para intentar salvar a la agonizante industria naviera de Campeche.

Su objetivo, señalan, es al menos tratar de rescatar unos de los varaderos abandonados y destruidos por los embates del mar y del olvido. Este grupo, entre los que hay carpinteros, calafateros, electricistas, mecánicos, soldadores y pintores, pretenden obtener el apoyo del gobierno del Estado, “no para que nos mantegan, sino para que nos ayuden a a rescatar uno de esos varaderos”. “Lo que nosotros le pedimos al gobernador Jorge Carlos Hurtado (Valdez) es que nos eche la mano para rescatar uno de los varaderos abandonados, es decir, que se negocie con el dueño de cualquiera de éstos para que nosotros podamos rescatarlo y trabajarlo”, dice Manuel Jesús Pech Gutiérrez.

A lo largo de la franja costera comprendida entre el monumento al Resurgimiento y el muelle de Petróleos Mexicanos, hay nueve varaderos de los que sólo tres funcionan a medias y son propiedad de empresarios camaroneros que los utilizan para arreglar sus propias embarcaciones.

Antaño, hasta el inicio de la década de los 80, antes de la transferencia de la flota camaronera al sector social (1982), la industria naviera de Campeche era próspera y generadora de cientos de empleos directos e indirectos, pero paulatinamente esto se fue para abajo y ni siquiera las modificaciones a la Ley de Pesca que permitió de nueva cuenta la inversión privada en el sector camaronero lograron evitar el desplome de esta actividad, aunque sí la mantiene “semiviva”.

Hay varios varaderos abandonados que aún tiene sus rieles en buen estado dentro del mar y es lo que nosotros queremos: rescatar esta actividad y generar empleos, pues trabajo sí hay, lo que no hay es dónde hacerlo, señala Humberto Rejón.

Hasta antes del establecimiento de las medidas de seguridad en las terminales marítimas de Campeche, se permitía realizar reparaciones medianas a las embarcaciones en la dársena de Lerma.— Martín Acosta

No hay comentarios.:

Publicar un comentario