Fuente: Nuestromar
Autoridades portuarias del todas partes del mundo se reunieron en Rótterdam el miércoles, para discutir un plan de reducción de emisiones de dióxido de carbono, provenientes de la actividad de los alrededor de 100.000 buques que navegan las aguas del globo.
Funcionarios de más de 50 puertos de 35 países, comenzaron - junto a científicos, legisladores y hombres de negocios-, un encuentro de tres días en la sede del mayor puerto de Europa, para discutir sobre las herramientas regulatorias y tecnológicas que permitan reducir sus contribuciones al calentamiento global.
Claro que el establecimiento de objetivos comunes mensurables parece estar muy lejos todavía de alcanzarse, si se tiene en cuenta las grandes diferencias mostradas entre los oradores a la hora de definir cuestiones básicas. Por ejemplo, la cuantificación de la contribución actual de la industria del transporte marítimo a la emisión global de gases de efecto invernadero, fue motivo de estimaciones diversas según los distintos expositores, que van desde el 1.4% hasta el 4.5% del total.
Los delegados coincidieron no obstante, que el sector naviero crecería a pasos agigantados, y que se hace necesario encontrar alternativas, en un llamado a salvar el planeta.
“El clima está cambiando a cada minuto, aún mientras nosotros estamos aquí sentados”, explicó Ogunlade Davidson, vicepresidente del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. “Los seres humanos debemos resolver este problema, porque nosotros lo creamos. El ambiente marino tiene que asumir su propia responsabilidad, como todos nosotros”.
Davidson dijo a los presentes que las innovaciones tecnológicas, incluido el uso de la hidrodinámica en las hélices, podría reducir las emisiones de CO2 en hasta un 30% en los barcos nuevos, y un 20% en los más viejos. Las reducciones de velocidad y el buen mantenimiento de las flotas también pueden hacer su aporte. Las reducciones potenciales de emisiones de CO2 para la flota mundial, se estiman en un 17.6% para el 2010, y un 28.8% para el 2020, “pero esto no será suficiente para compensar el crecimiento proyectado de la flota”, afirmó.
Por su parte, el Secretario General de la Organización Marítima Internacional, Efthimios Mitropoulos, sostuvo ante los delegados que su organización estaba trabajando duramente para establecer objetivos de reducción de emisión de gases para el sector naviero.
Pero esto nunca funcionaría, si se excluyera de la obligación a los países en desarrollo, advirtió el funcionario, dado que el mundo desarrollado sólo responde por el 25% de la flota mercante mundial.
“A mi juicio, si la reducción de emisiones de CO2 provenientes de los buques constituye un beneficio para el ambiente como un todo, su obligación debe extenderse globalmente a todos los buques de la flota mundial, sin distinción de banderas”, concluyó.
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