lunes, 21 de julio de 2008

EL DEBATE SOBRE LA RAPIÑA

Fuente: La Verdad
POR AGUSTÍN DÍAZ LASTRA

El pasado jueves tuve la oportunidad de asistir a la sesión senatorial sobre la mentada reforma energética, que no es más que la pretensión de una camarilla por apoderarse del petróleo de los todos los mexicanos.

La experiencia fue decepcionante. Los panistas enviaron a un gerente que trabaja en PEMEX, quien soltó un florido discurso, como aquel que espetaban los diputados del PRI a quienes les tocaba responder algún informe presidencial. Lo mismo hizo Mariano Palacios, de la vieja guardia del PRI. Hubo tres ponencias más, que no agregaron casi nada tampoco, más la del director de IFAI, quien se dedicó a echarle porras a la institución donde trabaja.

La ponencia del Auditor de la Federación presentó una serie de acusaciones de corrupción sobre quienes tienen a su cargo la administración de PEMEX. También informó que el pasivo financiero que pesa nuestra paraestatal petrolera resulta superior a un millón de millones de pesos; es decir, más aún que el oprobioso FOBAPROA. Recomiendo ampliamente leer tal ponencia, a quienes tengan interés por el futuro del país y sus habitantes. No tiene palabras que despreciar, en materia de denuncias de pésimos manejos de todo tipo.

También se presentó el tabasqueño Octavio Romero Oropeza, secretario de honestidad y austeridad del Legítimo Presidente de México, en calidad de representante del Frente Amplio Progresista. Esta presentación constituye una catarata de fraudes millonarios en dólares, por diversos contratos de PEMEX.

El ingeniero Romero expuso la adquisición de un barco reconstruido y sin especificaciones internacionales, que la empresa vendedora lo tiene valuado en 227 millones de dólares, pero que funcionarios de PEMEX lo pagaron en 758 millones. Es decir comprada en un precio tres veces mayor a su valor real.

Otra compra fue una plataforma de de las más pequeñas, pagada en 300 millones de dólares más, que otra de mayores dimensiones de la misma empresa vendedora.

Otro caso presentado por el tabasqueño Octavio Romero, fue el de una procesadora de azufre cuyo costo original es de 46 millones de dólares, pero que después de costos indirectos, utilidades y gastos no previstos, finalmente fue pagada por PEMEX en 102 millones de dólares.

Al concluir los trabajos, un diputado panista que consigue su jugosa dieta no legislando sino agrediendo, aprovechó que los ponentes ya no tenían tiempo de réplica, para lanzar una andanada de mentiras en contra del licenciado Andrés Manuel López Obrador, en un foro convocado para discutir la iniciativa petrolera de Calderón.

La esquizofrénica y mentirosa agresión del diputado del PAN, comprobó dos temas fundamentales: por un lado, solo se explica porque el licenciado Andrés Manuel realmente ganó la mayoría de votos para la presidencia; y por otro, que a Calderón y su camarilla no les interesa un comino el debate. Desprecian el debate y solo llegan a burlarse y a denostar.

La bajeza del infeliz diputado panista, le afecta a él mismo, nunca a Andrés Manuel, quien obtuvo muchas veces más votos que aquel, cuando ambos fueron candidatos a gobernador de Tabasco, aún cuando el otro nació en Chiapas. Era difícil esperar algo más de un abogado que ha expresado que la Constitución mexicana es para él, una monserga.

Que disfrute usted de una buena semana, y espero encontrarnos aquí, la próxima.

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