Fuente: EFE
Manila, 25 jun (EFE).- Cerca de un centenar de buceadores de las fuerzas navales de Estados Unidos y de Filipinas, se adentró hoy en el buque hundido para recuperar los cadáveres que quedaron atrapados en el interior, donde se cree que permanecen parte de los 740 desaparecidos.
Las tarea de sacar a la superficie a los cadáveres, que empezó por el compartimento de primera clase, es lenta y está obstaculizada por el oleaje que mueve casi constantemente el transbordador hundido boca abajo y del que únicamente sobresale del agua su proa.
La popa del barco, de unas 24.000 toneladas de peso y de siete plantas, está asentada sobre una plataforma de coral, por lo que los que los expertos no descartan que ésta ceda y el transbordados se sumerja del todo.
"Están (los buceadores) inspeccionando la cabina de primera clase, luego nadarán más profundo para examinar los otros espacios del barco", explicó el portavoz del servicio de Guarda Costa, Armando Padillo, en rueda de prensa.
Para penetrar en el ferry "Princess of Stars", que zozobró el pasado sábado a unos tres kilómetros al sureste de la isla de Sibuyan, en la región central del archipiélago, los buceadores han perforado escotillas y roto ventanillas.
Fuentes de la Armada filipina indicaron que entre la veintena de cadáveres extraídos del barco durante la jornada, uno de ellos tenía aspecto occidental, aunque precisaron que ese aspecto no se podía confirmar sin un examen forense.
En el barco, de unas 24.000 toneladas, iban a bordo un total de 862 personas, incluidos 111 tripulantes, cuando se hundió al día siguiente de que zarpara, el pasado viernes, del puerto de Manila con destino a la isla de Cebú.
Desde entonces, un total de 48 personas han sido encontradas con vida en distintas islas de la región, y la cifra de muertos se aproxima a 70, según fuentes del servicio de Guarda Costas.
A las operaciones de rescate, se incorporaron unos 30 buceadores del navío de la Armada estadounidense "Stockham, al que se unirá en las próximas horas el grupo naval encabezado por el portaaviones "Ronald Regan", con la misión de participar en las tareas de asistencia a los damnificados por el tifón "Fengshen".
Además del "Princess of Stars", al menos otros ocho barcos de pesca o cargueros se hundieron a causa del temporal que desató el tifón a su paso por las regiones central y sur del archipiélago de las Filipinas, donde gran parte de los buques de la flota son viejos y las autoridades relajan la aplicación de las normas básica de seguridad marítima.
Por orden la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, una comisión ha abierto una investigación a la naviera filipina Sulpicio Lines, para aclarar su responsabilidad responsable del desastre.
Sulpicio Lines, que mantiene la versión de que su transbordador zarpó tras recibir la pertinente autorización, era propietaria del buque "Doña Paz", que se llevó consigo al fondo del mar a unas 4.400 personas tras colisionar en 1987 con un petrolero.
El desastre del "Doña Paz" es hasta hoy el mayor de la historia de la navegación comercial.
En tierra firme, al menos 288 personas han fallecido y 275 han sido dadas por desaparecidas a causa de las riadas y corrimientos de tierras provocados por el tifón a su paso por regiones del centro y del sur del archipiélago, según datos de la Cruz Roja local.
El tifón, que el miércoles llegó al sur de China, ha dejado unos 300.000 damnificados, y causado dañó materiales por valor de 1.000 millones de pesos (unos 22,7 millones de dólares), de acuerdo a los datos facilitados por el Comité Nacional para la Coordinación de Desastres.
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