Fuente: Radio Rebelde
La Habana, Cuba.- Especialistas reunidos en La Habana, en el VI Simposio Marítimo Internacional dedicaron una sesión completa a un problema poco investigado.
Se trata de una gran amenaza para la biodiversidad, en los ecosistemas de los mares y océanos del mundo, la introducción de especies marinas invasivas, transportadas en aguas de lastre y en los sedimentos de los Buques de Travesía Internacional.
Muchos de los asistentes sorprendidos por este problema ecológico conocimos que las aguas de lastre sirven desde tiempos remotos a mejorar la estabilidad de los buques, cuando transitan sin cargas. Antes se usaba como lastre, piedras, arena y objetos pesados. Hasta que en el siglo XIX empezó a utilizarse la propia agua del mar.
Actualmente se estima que más de 13 mil millones de litros de agua lastre transportan actualmente la flota mercante en todo el mundo arrastrando unas 4 mil especies de animales y vegetales.
Esta situación se ha convertido, en el mayor vector para la transferencia marina de organismos.
Para interpretar este fenómeno conocimos que el Cangrejo verde europeo, voraz crustáceo de unos 8 centímetros de longitud llegó a las costas de los Estados Unidos, Panamá, Madagascar, el Mar Rojo, La India y Australia a través de las aguas de lastre depositadas por buques.
Ese cangrejo es muy agresivo y se alimenta de todo aquello que puede atrapar. Incluso es capaz de abrir las conchas de muchas almejas con sus fuertes patas. Donde llega acaba con los peces y fauna marina.
Por primera vez especialistas cubanos se detienen a estudiar el tema de las aguas de lastre depositadas en los diferentes puertos comerciales del país.
La master Irma Rabelo Barnueva, profesora de la Academia Naval Granma aboga porque autoridades marítimas del país, elaboren un plan de gestión de las aguas de lastre por el impacto que ellas tienen en el medio ambiente, especialmente, en la diversidad biológica.
Esta investigadora hizo una propuesta que incluye, la gestión y control de las aguas de lastre que se depositan en Cuba. Aseguró que no debemos esperar por la implementación del convenio internacional sobre este problema, pues muchos de los países integrantes, le falta voluntad política para aplicar algunos mecanismos de monitoreo, sin embargo es responsabilidad de cada administración marítima establecer las regulaciones para evitar las contaminaciones y a la vez proteger la salud humana.
Apuntó Irma Rabelo que el mejillón cebra apareció en los grandes lagos del norte y los daños han sido terribles, otra especie es la medusa americana que invadió al Mar Negro afectando la biota porque se alimenta de una manera exagerada de toda la vegetación marina típica del lugar. Y recordó que la bacteria del Cólera llegó a Perú desde Asia, en aguas de lastre.
En la administración marítima internacional y cubana las aguas de lastre resultan un problema ambiental porque a través de ella se trasladan agentes patógenos y especies invasivas, así lo confirma una investigación hecha por dos master cienfuegueros.
Rodolfo Ripol Calcines y Maité Nodarse Castillo, ambos monitorearon las aguas de lastre de un buque con bandera extranjera que cada 9 días visita la Bahía de Cienfuegos y descargan 7mil metros cúbicos de aguas lastres de tres puertos Panamá, República Dominicana y Haití y para sorpresa encontraron agentes y especies que merecen ser estudiados.
Al efectuar los estudios microbiológicos se detectaron coliformes totales y fecales aunque dentro de la aplicación de la norma estaban en los niveles permisibles se demostró que esos patógenos humanos se estaban transmitiendo y se descargaron en el puerto de Cienfuegos en estado viable.
También se le hicieron a estas aguas de lastre estudios taxonómicos los que identificaron la presencia de tres tipos de microalga, dos diatomeas y un dinoflajelado que están reportada por la literatura como especie nocivas causantes en varios lugares del mundo de la formación de mareas roja.
La Organización Marítima Internacional a través del Comité de Protección del Medio Marino, ha venido tratando este problema ecológico y durante los últimos años se han redactado resoluciones para prevenir y minimizar el daño, pero en la realidad no se aplican.
Esta primera investigación cienfueguera abre los ojos para las autoridades marítimas cubanas, sobre las aguas de lastre que se depositan en los diferentes puertos comerciales del país.
Monitorear estas aguas es la única manera de evitar la introducción de organismos acuáticos perjudiciales en los ecosistemas marinos y costeros.
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