miércoles, 25 de junio de 2008

Pepenador Regio

Fuente: Excelsior
Nancy Díaz

Es empresario de cepa, lleva los negocios en la sangre. Fue educado para preservar el acervo empresarial e industrial que ha construido su familia, pero decidió tomar un camino diferente. En una de las reuniones en donde los Garza y los Sada de varias generaciones estaban presentes, uno de sus primos se burló con hilaridad: “¡eres el pepenador de la familia!

Más allá de la moda o de una tendencia pasajera, Promotora Ambiental (PASA) nació del compromiso real que Alberto Garza Santos ha tenido con la preservación del medio ambiente desde la década de los 80. A pesar de tener la oportunidad de poder integrarse a los negocios de la familia, decidió ser fiel a su proyecto, y adquirió una pequeña empresa de recolección de basura y siete camiones con los cuales comenzó a recolectar los desechos de las empresas de la región.

Han pasado 17 años desde entonces, y Alberto Garza sigue siendo el “pepenador” de los desechos de empresas privadas localizadas en 42 diferentes ciudades del país, para 25 diferentes gobiernos municipales, le da tratamiento a los desechos petroleros de Pemex, y mantiene cinco diferentes áreas de negocio a través de cinco diferentes empresas.

Desde el año 2005, PASA se convirtió en una empresa pública y colocó 40 por ciento de sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), movimiento que le permitió recaudar más de 80 millones de dólares.

Sin embargo, la capacidad de Garza Santos de previsualizar y anticiparse a los cambios del mercado, le ha dado el impulso para desarrollar nuevos proyectos e innovadores proyectos.

Dueño del timón

“La intención es convertirse en el Oxo de los servicios ambientales. Queremos que nuestros clientes lleguen con nosotros y podamos resolver todas sus necesidades relacionadas con desechos, desde el tratamiento de agua, reciclaje, residuos peligrosos, o cuestiones de impacto en el lecho marítimo y bioenergéticos. Queremos tener la capacidad de responder a cuestiones de toda índole”.

En una plática que mantiene con EcoNegocios, asegura que para lograrlo ha dedicado gran parte de los esfuerzos de la empresa a la investigación.

Uno de los temas que más le preocupa, es la gran dependencia de la sociedad mundial hacia el petróleo y los energéticos fósiles.

“Tenemos que quitarnos de golpe y porrazo la gran dependencia al petróleo, y transitar lo más rápido posible a la economía del hidrógeno. No estoy pensando en una dependencia al hidrógeno como ahora se tiene al petróleo, pero sí es necesario encontrar un equilibrio entre el hidrógeno, el petróleo, la energía eólica y la solar, pero realmente el hidrógeno debe tomar un rol fundamental”.

Fundamentado en esta visión, Alberto Garza está buscando alternativas para “gasificar” de forma eficiente la basura, de tal forma que se pueda obtener un energético de manera limpia.

“La idea es liberar sus componentes básicos como el hidrógeno, el carbono, un poquito de oxígeno, y lo que haces, es básicamente lograr un gas sintético rico en hidrógeno”.

Ello, toda vez que su experiencia por más de una década le ha mostrado que la tecnología y los procesos relacionados con el reciclaje de la basura cambian poco.

“Es lo que veo mas viable para obtener más beneficios del reciclaje de la basura. Hasta ahora, reciclar la basura genera empleos, pero nada más, no es una actividad que genere un mayor impacto económico ni que brinde un mayor valor agregado. Su valor económico es nulo, es bajísimo el resultado económico, y la realidad es que el porcentaje que logras reciclar también es bajísimo”.

En otro de los ámbitos en donde proyecta una gran veta de negocio sustentable, es través de las bacterias para la biorremediación, bacterias que ayuden a tratar los desechos y a descomponer sus elementos.

“La biotecnología es una rama del negocio que estamos impulsando mucho. De hecho, estamos montando el primer laboratorio de producción de cepas y bacterias para la biorremediación, y hemos tenido grandes resultados. En este laboratorio, en el cual se invirtieron cerca de un millón de dólares, se están desarrollando cepas diferentes de bacterias para tratar diferentes tipos de residuos. Hay bacterias que te fijan metales pesados y te descomponen el hidrocarburo. En la biotecnología es inmenso el campo que se puede explorar”.

Siendo consistente con su visión sustentable, el nieto de Eugenio Garza Sada y de Alberto Santos González, descalifica por completo la generación de etanol a través de granos y alimentos.

“Estamos arrancando un proyecto de producción de etanol con base a celulosa. Yo no creo que la solución de energéticos, ni del mundo ni de México, sea el etanol a base de maíz o soya o caña de azúcar. No es sustentable desde ninguna perspectiva. Si destináramos toda el área cultivable de maíz de Estados Unidos para generar etanol, sólo se lograría contribuir con menos de 12 por ciento de las necesidades de gasolina, y menos de 6.0 por ciento de las necesidades de diesel”.

“No es una solución, pero si lo lográramos hacer, sería más inteligente pensar que con lo que se desecha, ya que se desperdicia más de 95 por ciento del grano, se podrían desarrollar enzimas para desdoblar la cadena de celulosa, y con ello convertir los azúcares para poder producir etanol. ¡Esa sí sería una solución interesante!”.

Finalmente, en la última de las áreas en donde ha decidido emprender, es en la recuperación de embarcaciones desechadas, que tienen un gran potencial de destrucción del ecosistema marítimo.

A través de EcoMar, Reciclajes Ecológicos Marítimos, desmantelará el creciente volumen de embarcaciones que serán desechadas tras la puesta en marcha de la nueva regulación de la Organización Marítima Internacional, la cual ya no permitirá embarcaciones de un solo casco, los cuales son fácilmente destruibles.

“En la primera etapa, el puerto de desmantelamiento que hemos logrado, tendrá capacidad para 84 mil toneladas, lo cual equivale a doce barcos de gran porte. Con le cambio de regulación, queremos estar listos”.

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