viernes, 23 de mayo de 2008

Transporte marítimo, menos emisiones de CO2

Fuente: La Vanguardia
Dr. F. Xavier Martínez de Osés

Con el título "La realidad de las emisiones de CO2 desde los buques, a descubierto", publicado el pasado mes de febrero en primera página del diario inglés Guardian, ha provocado una cadena de reacciones pseudo ambientalistas en contra del transporte marítimo, por parte del público y de la sociedad en general.

Hasta el punto de que una cadena de televisión local, emitió recientemente un interesante documental en el que se podía interpretar que los 70.000 buques mercantes de la flota mundial, que en el año 2007 habían transportado más de 7.800 millones de toneladas a una distancia media de 8.000km; poco más que debía de amarrarse por su pésimo rendimiento ambiental. Parece ser que la interpretación de dicho programa, quizás sugiriera transportar ese volumen de mercancías en avión, camión y ferrocarril.

Bromas aparte, el 90% del comercio mundial se transporta en barco. Durante el año 2005, la Organización Marítima Mundial denominó al transporte marítimo, como el caballo de batalla, que permite a la economía mundial funcionar como lo hace actualmente. Acaso se imaginan ustedes si podríamos tener el nivel de vida que disfrutamos en algunos países si no se pudiera transportar de forma barata, segura y eficiente; la mercancía manufacturada a bajos precios, en la otra parte del mundo. Que para darnos una idea, el coste de transportar un televisor de 600€ de precio en la tienda, el coste de transportarlo desde el Sudeste Asiático a España, supone sólo alrededor de 8,5€ de ese precio total.

Desde una perspectiva más objetiva, nos podemos remontar al año 2001, cuando la Comisión Europea publicó el "Libro Blanco del Transporte" (un 12 de septiembre en Barcelona), en el que se manifestaba que para una cantidad de carga determinada a mover en un kilómetro, el transporte por carretera podría llegar a precisar hasta 10 veces más energía que un barco portacontenedores de cabotaje; y que por ello, las emisiones contaminantes derivadas de un menor consumo de combustible tiene que ser forzosamente también menores para una misma calidad de combustible.

Para tener una idea, el transporte aéreo emite 100 veces más CO2 que el transporte marítimo, por tonelada y kilómetro recorrido. Esta aseveración se confirmó en el año 2006, con la revisión intermedio del mismo documento citado.

Debemos reconocer no obstante, que las emisiones de CO2 del transporte marítimo en el mundo, ya han alcanzado los 1.120 millones de toneladas durante el año pasado, lo que las aproxima al 4,5% de las emisiones globales del principal gas favorecedor del calentamiento atmosférico. Y peor aún, que las emisiones de este gas por parte del transporte marítimo no habían sido incluidas dentro del protocolo de Kyoto.

Sin embargo en un interesante artículo del investigador noruego Endressen, en el que se analizaban las emisiones de CO2 del transporte marítimo desde los años veinte hasta el año 2002, mediante un modelo de simulación matemático, se llegó a la conclusión de que las emisiones del transporte marítimo del citado gas,se habían multiplicado por 2,85. Pero resulta que el volumen de mercancías movido, se había multiplicado por 18.

Si algún medio o transporte ha hecho un esfuerzo por ser más eficiente energéticamente, este ha sido el marítimo. Otro punto importante son las emisiones de óxidos de nitrógeno y azufre, pero esto lo dejamos para otra ocasión.

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