Fuente: Notimex
Alfredo Magaña Soto México, 11 May (Notimex).- Las embarcaciones chatarra abandonadas en los litorales mexicanos, donde transitan casi dos mil cruceros al año, representan serios riesgos a la navegación así como al medio ambiente
A lo anterior se suma la proximidad de la temporada de huracanes, cuyas lluvias y vientos podrían provocar que las naves reflotaran, chocaran o quedaran a la deriva, con sus implicaciones para el tráfico de barcos.
El secretario general del Frente de Marinos Mercantes de México, Joaquín Dorantes, comentó que para el Estudio de Factibilidad para la Creación de un Fondo de Garantía para el Desarrollo de la Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se realizó un muestreo con 505 embarcaciones nacionales y extranjeras.
Precisó en entrevista que de esa flota en movimiento que opera para actividades industriales, 244 buques tienen una antigüedad de entre 22 a 61 años de edad, 38 entre 16 a 21 años, 27 naves entre 10 a 15 años, 93 entre cinco y nueve, 72 tiene entre uno y cuatro años, mientras que 31 ni siquiera tiene registro de construcción.
Este hecho representa un riesgo para la navegación en muchos puertos y litorales, donde embarcaciones chatarra pueden provocar serios desastres, sostuvo.
Mencionó como ejemplo las embarcaciones encalladas por varios meses en el litoral mexicano "El Arcángel" y Cozumel II, de las navieras San Miguel y Marítima Chankanaab, respectivamente.
Respecto al primer buque, Joaquín Dorantes comentó que éste tiene casi un año parado en el Arrecife Mesoamericano, en el Mar Caribe, con unas 800 toneladas de diesel, aceites y aguas oleosas, que pueden fugarse del casco y provocar una seria contaminación.
Por otra parte, abundó, con el oficio 104.301.830/2004 la SCT ordenó a Marítima Chankanaab que el buque Cozumel II saliera de navegación de aguas del Caribe, aunque luego encalló en el banco "El Chinchorro", donde
El dirigente de los marinos mercantes advirtió que la temporada de huracanes está próxima y si esos buques fuera movidos por el efecto de los vientos y el oleaje, podrían provocar colisiones y tráfico.
Según la organización de marinos, el problema de los barcos chatarra encallados no es menor para una área donde transitan cerca de dos mil cruceros al año, es decir, unas 30 embarcaciones en fines de semana y cerca de 40 en temporada alta.
Lo anterior, debido al tráfico internacional de buques con rumbo al puerto de Cozumel, que es el primero a escala mundial en recibir viajeros durante todo el año, de acuerdo con datos oficiales.
Joaquín Dorantes confió en que el nuevo reglamento de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos, que fue aprobada en 2006, evitará la entrada al país de barcos chatarra, pondrá mayor control en la edad de las embarcaciones y condicionará su matriculación o abanderamiento como mexicanas.
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