Para evitar otro "caso Prestige"

Fuente: LNE
J. L. A.

Los ingenieros navales españoles expusieron ayer hasta veintidós conclusiones para impedir que los llamados «buques subestándar», barcos que amenazan la seguridad marítima por vulnerar las normativas de navegación, salgan de puerto. Son algunas de las propuestas debatidas y acordadas en el congreso que se inauguró el pasado miércoles, en el recinto ferial de la ciudad, y en el que han participado expertos en distintos sectores del negocio marítimo. Con estas conclusiones, que fueron resumidas por Manuel Carlier de Lavalle, director general de la Asociación de Navieros Españoles (Anave), se trata de evitar catástrofes como las provocadas por los petroleros «Erika» y «Prestige».

«La batalla contra ese tipo de buques hay que pelearla en muchos frentes», aseguró Manuel Palao, jefe de inspección de la Marina Mercante. Para José María Alcántara, miembro del Comité Marítimo Internacional, hay que hacer más homogéneo e internacionalizar el derecho marítimo. En opinión de Pedro Suárez, vicedecano del Colegio asturiano de Ingenieros Navales y encargado ayer de clausurar las jornadas, es necesario aplicar cuanto antes esas medidas. El 90 por ciento del comercio exterior europeo y un 40 por ciento del interno dependen del sector marítimo.

Carlier de Lavalle subrayó que los accidentes graves han disminuido, aunque, en cambio, han aumentado los incidentes serios. Los buques que cumplen las normas de construcción y mantenimiento «muy raramente» sufren percances importantes, según los expertos. Éstos hicieron un llamamiento para «lograr la ratificación generalizada» de los convenios de la Organización Marítima Internacional (OMI), así como para mejorar la «eficiencia y coordinación» de las inspecciones de los barcos. Reforzar el papel de las sociedades de clasificación, la auditoría de los estados de bandera (más del 50% de la flota mercante mundial navega bajo pabellón de conveniencia), potenciar la formación permanente o la «armonización» de los criterios de inspección son otras de las medidas consensuadas por los ingenieros navales. En la jornada de ayer se debatió, además, el siniestro del «Erika». El profesor Germán de Melo obtuvo algunos aplausos por su crítica a quienes «criminalizan» a los capitanes de buque.