Fuente: Vanguardia
Los puertos de México se transforman para sumarse al esquema globalizador, para ello se realiza una histórica inversión pública y privada que se prevé alcanzar los 40 mil millones de pesos al final del presente sexenio, superando la cantidad invertida en la administración federal anterior.
La apuesta del sistema portuario se cifra en la consolidación y madurez de los puertos, superando los desafíos que deberá enfrentar la comunidad portuaria, que compromete a instancias federales, la iniciativa privada y la legislativo para detonar los dos grandes compromisos del gobierno mexicano: turismo e infraestructura.
Estos dos rubros, con gran impacto en la economía nacional, conforman el eje rector de la industria marítima y portuaria que en su conjunto genera mas de 300 mil empleos (50 mil indirectos y 250 mil directos), colocándose como un sector altamente empleador al ser la puerta de conexión con los mercados internacionales y un apoyo fundamental para el mercado interno a través del cabotaje.
Los puertos de México cuentan con el reconocimiento de la comunidad portuaria internacional en materia de seguridad, pues su fortaleza radica en el cumplimiento de las normas y del código ISPS, esquemas de supervisión estadounidense que han dado como resultado el estrechamiento de las relaciones internacionales, particularmente con Canadá y Estados Unidos que consideran a México como participes de la actividad comercial global portuaria.
Los puertos mexicanos representan un importante apoyo para sectores industriales como el automotriz, petrolero, siderúrgico, químico, cementero, pesquero, entre otros.
Movimietno de carga
De conformidad con datos de la Coordinación de Puertos y Marina Mercante, en el periodo de 2001 al 2006, la carga total se incrementó 20%, sin embargo, como carga comercial se elevó en 26% separando el petróleo y la sal.
Resalta el crecimiento de las operaciones de carga en materia prima para las industrias de aquellos países con los que hay relaciones comerciales con terceros países, al pasar de un millón 358 mil 662 TEU;s en el año 2001, a 2 millones 330 mil 800 registrados al cierre del 2006.
El sistema en el manejo de contenedores se consolida y va en crecimiento a la par que aumenta la exigencia del marcado asiático, el cual aprovecha la ubicación de los puertos nacionales, para llegar a los destinos portuarios de la costa este de Estados unidos que presentan una saturación, así como, para absorber con facilidad la demanda del mercado interno mexicano respecto a la carga de contenedores, por lo que se realizan nuevas inversiones en infraestructura, sobre todo en el litoral del pacifico.
El incremento tan importante en inversión privada, sobre todo en los puertos industriales, habla de la imagen positiva de México en el contexto del comercio mundial, como una alternativa de consolidar sus negocios aprovechando la ubicación geoestratégica de la red portuaria nacional.
Los desafíos del sistema portuario mexicano están vinculados a las palabras clave productividad, eficiencia y competitividad.
Como se ha comentado en distintos foros, México es efectivamente una plataforma logística para el comercio internacional especializándose cada vez mas en el movimiento de mercancías hacia Norteamérica, es decir, en ser mas un hub logístico de almacenaje, carga y transportación de mercaderías provenientes principalmente de Asia, así como, de las mercancías precedentes de Europa y Sudamérica cuyo volumen va en aumento utilizando el territorio mexicano para su arribo a los mercados del norte.
La atención de los inversionistas en logística está precisamente en el ambiente de negocios y oportunidades que en materia de infraestructura priva en el país a partir del anuncio del Plan Nacional de Infraestructura y su cantidad de inversión sin precedente.
Igualmente lo esta la atención de diversos gobiernos estatales de nuestro país en este tema de infraestructura, en los casos mencionados como ejemplos en columnas anteriores, de creación de recintos fiscalizados estratégicos y puertos interiores principalmente, con todas las oportunidades de empleos e inversión que éstos representan, así como, de la modernización de los esquemas de negocios en esas entidades y regiones particularmente.
Definitivamente coincido con los que piensan en que el futuro de nuestra región como el del resto del estado y de nuestro país en materia de competitividad y atracción de inversiones está en la creación de infraestructura aprovechando las ventajas naturales y artificiales con que contamos, sin menospreciar las políticas y acciones necesarias para concretar inversiones e impulsar la diversificación industrial y económica.
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