La empresa bursatilizará cuentas por cobrar por US$ 430 millones de barcos que todavía no recibe ni paga
Fuente: El Semanario
MÉXICO, mayo 30, 2008.- EL otrora gigante del transporte, Grupo TMM, que en sus mejores momentos facturaba más de 1,000 millones de dólares al año, bursatilizará 4,450 millones de pesos (unos 431 millones de dólares) de facturas que cobrará por fletes de 10 barcos que todavía no compra.
“Las embarcaciones aún no han sido entregadas por los astilleros (…) por que continúan en proceso de construcción o adaptación. Existe el riesgo que los astilleros no entreguen las embarcaciones en los plazos previstos en los respectivos contratos de compraventa de embarcaciones”, señala un documento de TMM que explica la monetización o bursatilización de las cuentas por cobrar.
La empresa de la familia Serrano, que llegó a operar una de las mayores empresas navieras transatlánticas en el mundo, es una historia de desinversiones. En sus mejores años registró ventas superiores a los 1,000 millones de dólares, cifra que contrasta con los 300 millones de 2007.
Actualmente, TMM tiene negocios en puertos (es propietario del único puerto privatizado al 100%, en Acapulco, Guerrero, entre otras actividades); servicios de logística; y transporte marítimo, principalmente para el abastecimiento a Petróleos Mexicanos (Pemex), siendo esta división la más importante con 60% de los ingresos de la compañía en 2007.
La empresa que designó en enero pasado como director general a Fernando Sánchez Ugarte, ex subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda (SHCP) y ex presidente del ente antimonopolios en el país, opera actualmente una flota de 39 buques (30 propios y 9 fletados) principalmente para atender las necesidades de la industria petrolera en el país, donde su principal clientes es Pemex.
La bursatilización o monetización de las cuentas por cobrar se realizará a través de emisión de Certificados Bursátiles Fiduciarios (CBF) que realizará Value Grupo Financiero como colocador y la firma Crecimiento Programado SA de CV como agente estructurador. El vencimiento de esos papeles podría ser a 20 años.
El pago por los servicios de esa deuda estará garantizado por los ingresos futuros de los 10 barcos que pretende pagar TMM con los recursos de la monetización. La facturación del arrendamiento de esos barcos se depositará en un fideicomiso que garantizará el pago de intereses, el cual será semestral.
De los 10 barcos que destinarán los recursos al fideicomiso que garantizará, actualmente la empresa tiene dos (Casco 211 y Casco 212) con contratados adjudicados de Pemex Exploración y Producción.
“Los ingresos que se esperan en relación con estos dos contratos no son suficientes para cubrir la totalidad de las cantidades pagaderas bajo los certificados bursátiles, por lo tanto, podría incumplirse con el pago”, informa la compañía.
De los 4,450 millones de pesos que pretende recaudar la empresa, poco menos de 3,590 millones los destinará a la compra de nuevos barcos.
COMO LAS OLAS
Fundada en 1958, Grupo TMM facturó en 2001 y 2002 más de 1,000 millones de dólares en forma anual.
En 1998, de la mano de la naviera canadiense CP Ships decide crear Americana Ships, un negocio de transporte marítimo de contenedores a través de las firmas TMM, Lykes Lines, Ivaran Lines y Contship Med-Gulf. En poco tiempo se ganó el respeto de sus pares internacionales en el transporte de carga transatlántica. Sin embargo, al inicio de 2000 vendió de su 50% la empresa a su socio CP Ships (hoy propiedad de la alemana Hapag Lloyd).
A finales de 1999, TMM vendió el 51% de su participación accionaria en Van Ommeren TMM Terminals a la holandesa Van Ommeren Shipping, empresa orientada al almacenamiento de líquidos a granel (químicos y aceites vegetales) en los puertos de Veracruz, Coatzacoalcos, Altamira y Manzanillo.
Otro proceso de adelgazamiento se registró en 2003 cuando la compañía vendió su división Puertos y Terminales a su socio SSA México, empresa de la estadounidense SSA Marine. Esa operación llevó a TMM a dejar de operar en dos puertos de carga (Manzanillo y Veracruz) y tres puertos turísticos (Cozumel, Acapulco y Progreso), bajo concesiones a largo plazo otorgadas por el gobierno mexicano. La compañía conservó sus operaciones en los puertos de Acapulco y Tuxpan, donde ahora compite con SSA por la carga. Ese mismo año, vendió la totalidad de sus acciones en la empresa Taxi Aéreo a Montacar.
En 2004, concretó la venta del Tex-Mex Railway, compañía que opera un sistema ferroviario desde Corpus Christi a Laredo, Texas, donde incluye los derechos de paso (autorizados por Surface Transportation Board of the United States) sobre la red del Union Pacific Railroad entre Corpus Christi, Houston y Beaumont, Texas, donde se conecta con la red del Kansas City Southern.
TMM que hasta 2003 tenía como uno de sus accionistas a la principal empresa contratista privada del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Lockheed Martin (con 5.0% de las acciones de la mexicana) acordó vender en diciembre de 2004 el 51% de las acciones de la llamada “Joya de la Corona” ferroviaria en México TFM, a su socio KCS. Proceso que hasta finales del año pasado por los litigios legales que entre ambas.
En julio de 2007, y luego de recibir 54 millones de dólares de JCS, TMM bursatilizó 3,000 millones de pesos a un plazo de 20 años. Este mismo año su filial TMM Logistics compró a Motor Convoy Mexicano (MCM) una firma especializada en transporte de automóviles por 36 millones de dólares, y aprobó un fondo 10 millones de dólares para la recompra de sus propias acciones. (Redacción El Semanario Sin Límites)
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