Fuente: Terra
La nave rusa 'Progress M-62', que fue desenganchada hace 11 días de la Estación Espacial Internacional (EEI) y funcionó durante su vuelo autónomo como laboratorio independiente, se hundió hoy en el 'cementerio de naves espaciales', una zona libre de navegación marítima en el Océano Pacífico.
'Hacia las 13.30 hora de Moscú (10.30 GMT), los fragmentos de la nave de carga 'Progress M-62' con basura de la EEI se hundió a una profundidad de 4 kilómetros a varios miles de kilómetros al este de la ciudad neozelandesa de Wellington', informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.
El astronauta ruso Yuri Malenchenko y sus colegas de la NASA Peggy Whitson y Daniel Tani trasladaron manualmente de la EEI a la nave de carga más de una tonelada de desechos y equipamiento caduco en un tiempo muy breve, recordó el CCVE.
La basura de grandes dimensiones que no cabe por la escotilla del 'Progress' y las escafandras estadounidenses que han agotado el periodo de garantía serán transportadas a la Tierra por los transbordadores norteamericanos, que tras una pausa de dos años, vuelven a efectuar vuelos regulares a la EEI.
'La práctica de hacer desaparecer la basura espacial con ayuda de las naves de carga no supone ningún peligro ecológico', subrayó el CCVE, citado por las agencias rusas.
La nave y gran parte de los desechos se desintegran al entrar en las capas densas de la atmósfera, por lo que a la superficie del océano llegan sólo fragmentos aislados, agregó.
Previamente, el portavoz del CCVE, Valeri Lindin, había recordado que durante el vuelo autónomo de la 'Progress M-62', científicos rusos han estudiado las propiedades del plasma que surge a consecuencia del funcionamiento de los propulsores del aparato.
La nave de carga 'Progress M-63', lanzada al espacio el pasado 5 de febrero con 2,5 toneladas de carga vital, se acopló con éxito dos días más tarde a la EEI.
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