Fuente: Diario La Razón
Redacción
La marina mercante nacional y la construcción naval del país prácticamente no existe, ya que la totalidad de las mercancías de comercio exterior es transportado por embarcaciones extranjeras, así se desprende de un análisis de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados.
La falta de una marina mercante nacional importante se debe en gran medida a que México no cuenta con una industria de astilleros relevante que tenga como fin no sólo la reparación de buques, sino la construcción de éstos para el incremento de la flota mercante mexicana y permita una mayor generación de empleos y fuente de ingresos descentralizados a nivel nacional.
En el documento publicado en la Gaceta de este órgano legislativo, se detalla que el sistema portuario mexicano está compuesto por 112 puertos y terminales habilitados, 63 de ellos operados por algún tipo de administradora portuaria integral, de los cuales 27 corresponden a las administradoras federales.
Se cuenta además con cuatro terminales privadas y en conjunto durante 2005 el movimiento total de carga fue de 283 millones 604 mil toneladas. Sin embargo, la tasa media anual de crecimiento anual desde 1994 ha sido apenas del orden de 3.1 por ciento.
A lo anterior, hay que agregar que existen desequilibrios entre la capacidad instalada en el puerto y la de ferrocarriles, lo que ocasiona el cuello de botella en tiempo de traslado y un elevado costo operativo, lo que además ocasiona un problema de congestión de los puertos mayores que concentran el tráfico de contenedores.
En dicho análisis se expone que en el Presupuesto de Egresos no se contemplan los recursos suficientes en los puertos del país para su remodelación, así como de nueva infraestructura en general.
Esta situación es calificada como delicada, ya que la falta de una marina mercante nacional, repercute en los costos de los productos que se importan y exportan.
En materia turística, apunta el documento, México ocupó el primer lugar mundial en recepción de cruceros en 2005, con una participación del 60 por ciento del mercado. El número de llegadas se incrementó en un 2.7 por ciento, la derrama económica generada creció en un 6.9 por ciento y el gasto medio por pasajero de crucero aumentó en un 4.1 por ciento. El total de pasajeros en cruceros en México fue de 6 millones 707 mil personas. Siendo el Caribe Mexicano y la Riviera Maya los concentradores tanto en cruceros como en pasajeros.
En otro orden, 2007 fue calificado como un año desastroso para la marina mercante, ya que el gobierno federal soslayó a este sector y por ejemplo, en lo que concierne a seguridad marítima 900 trabajadores estuvieron expuestos a peligros inminentes; de ellos, más de 200 naufragaron y 38 murieron a consecuencias de accidentes, dijo Salvador Rivera, presidente de la Alianza de Marinos Mercantes y Transportistas Campesinos de México.
A decir de Rivera Castrellón y Enrique Pacheco Georges, vicepresidente del Frente Unido de Marinos Mercantes (Fummac), el "desastroso" desempeño gubernamental en materia de seguridad marítima se tradujo en el accidente de la sonda de Campeche, en donde perecieron 22 marinos.
Dicho desastre, dijeron, pudo haberse evitado puesto que un año antes previnieron, por escrito, al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Luís Téllez, sobre la inseguridad y nula existencia de inspectores y personal especializado en la zona.
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