Fuente: El Cronista
Si bien ninguno de los episodios de la serie de televisión estadounidense que se emitió entre 1977 y 1986 se desarrollaron a bordo del Queen Elizabeth II, quién no soñó alguna vez con pasar unas semanas de romanticismo en uno de los 950 camarotes del transatlántico británico al estilo de El Crucero del Amor.
Siguiendo la línea argumental de la serie que estaba ambientada en un barco que realizaba viajes transoceánicos de lujo por diferentes lugares del mundo, los propietarios de uno de los mayores cruceros del planeta organizaron el último capítulo del Queen Elizabeth II “a todo trapo”.
En lo que será el viaje de despedida para el crucero antes de convertirse en un hotel flotante en los Emiratos Árabes, recorrerá el mundo durante tres meses.
Ocurre que el año pasado fue vendido por la naviera Cunard a la empresa Dubai World por 110 millones de dólares que, a partir del 2009 lo convertirá en un hotel y museo de lujo.
Desde ese año pasará a descansar en la isla artificial de Palm Jumeirah, en Dubai. Dejará entonces de cruzar todos los mares.
La embarcación partió el domingo pasado del puerto de Southamptom (sur de Inglaterra), con más de 1.800 pasajeros a bordo que abonaron 65.000 euros o u$s 96.400 para tener el privilegio de pertenecer al selecto grupo de turistas que habrán sido testigos del último recorrido de “la dama del océano”, tal como se conoce a este crucero construido en 1967.
Si bien los pasajeros del barco, no son actores como los del Crucero del Amor, seguramente deben contar con un excelente status de vida y mucho tiempo para disfrutar de este trayecto en el cual se irán escribiendo cientos de episodios como los que alguna vez interpretaron Ursula Andress, Anne Baxter, Jamie Lee Curtis, Michael J. Fox, Zsa Zsa Gabor, Vincent Price, Debbie Reynolds, Lana Turner o Shelley Winters.
Queda claro que no tendrán tiempo para el aburrimiento ya que entre las zonas de recreo del Queen Elizabeth II se destacan sus siete restaurantes especializados en diferentes tipos de cocina, tres piscinas, campo de golf, canchas de tenis y de paddle, spa, gimnasio, casino, tiendas de lujo y hasta una biblioteca con 6.000 libros.
Con una tripulación que supera las 1.000 personas, el crucero cubrirá el trayecto acompañado de su sucesor, el Queen Victoria, que entró en servicio en diciembre pasado y que tomará la posta en el reemplazo de su predecesor.
Bautizado por la reina a la que homenajea con su nombre hasta el momento, el Queen Elizabeth II ofreció servicios a más de dos millones de pasajeros desde 1969 en las 800 travesías que lleva realizadas por el Atlántico.
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