Fuente: Tribuna Campeche
Necesario evaluar sus actividades en la Sonda
A más de 40 días del accidente del pozo Kab 121, el grupo Marea Azul declaró que todo lo ocurrido en la Sonda sólo vino a dejar a Petróleos Mexicanos (Pemex) en evidencia como “un monstruo peligrosamente voraz y destructivo”, cuyos técnicos tienen en común gran ineptitud, en tanto que sus directivos se muestran como “unos mentirosos” que sólo solapan la destrucción de los ecosistemas costeros nacionales.
La representante legal de esa organización ambiental, Lourdes Rodríguez Vadillo, expresó que es necesario supervisar qué es lo que están haciendo en torno al desastre en la Sonda los responsables de Pemex, pero también indagar cuál ha sido hasta ahora el papel de las autoridades, pues desde las dependencias ambientales hasta las comisiones investigadoras, los resultados que han obtenido dejan mucho qué desear.
“Este accidente deja a la vista a una industria petrolera totalmente inexperta, con poca o nula credibilidad, y donde todos los afectados, los que intentamos proteger al medio ambiente y en general toda la comunidad nativa del Municipio del Carmen (nos quedamos) con un sentimiento de impotencia”.
En ese sentido, aseveró que en este caso particular, la paraestatal comenzó a perder terreno desde el momento en que quedó a la vista que incluso nadie lograba un acuerdo acerca de los nombres de los fallecidos en el accidente del 23 de octubre pasado.
“Esto porque finalmente siempre en aras del progreso Pemex tendrá el pretexto y el privilegio de que al ser una empresa que genera recursos, no le importa para nada la protección y el cuidado de los ecosistemas costeros del país”, refirió.
Igualmente dijo que “Pemex es un Estado dentro del propio Estado, donde no hay nadie quien lo controle; creamos un monstruo de mil cabezas que ahora nos amenaza a todos, al medio ambiente y a las comunidades costeras y aunque ellos gasten mucho en publicidad en declarar que son una empresa ambientalmente amigable, esto no es verdad, pues los daños ahí están y eso no se puede ocultar”.
IMPACTO ECOLOGICO
A casi mes y medio de iniciadas las fugas de gas y aceite, la activista ambiental manifestó que “ya hay un impacto brutal”, porque aparte del hidrocarburo vertido, existen emisiones de gas a la atmósfera.
Esta situación es innegable a pesar de que tanto la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la paraestatal se empeñen en minimizar los efectos del derrame.
Acusó al mismo tiempo a Pemex de mostrar absoluta incapacidad para trabajar en las zonas de alta fragilidad cercanas al litoral costero de Carmen y Centla.
Pero lo grave es que a estas alturas “no existe ninguna respuesta” de la empresa acerca de lo que hará para intentar revertir el daño causado al ambiente, ni tampoco fecha para que se ponga fin a la contingencia.
“Se formaron tres comisiones para investigar este hecho; hasta ahora, la Comisión de Mario Molina (reconocido científico) ni siquiera se ha integrado; las otras comisiones institucionales no dan respuesta; el pozo apenas se está controlando, todo ha fallado”, recordó, al poner en tela de juicio los 30 años de presunta experiencia por parte de Pemex, de los que presume en sus campañas de promoción.
En su opinión, lo más seguro es que pase un mes más todavía para que la empresa tome medidas, aunque no descartó, basándose en la opinión de expertos, que el control total de Kab 121 demore hasta cuatro meses, “por lo que el daño al medio ambiente es severo y ya se empieza a sentir”.
“Y como siempre es el sector pesquero de las comunidades costeras del Municipio, hacia la Península de Atasta, el primero que lo resiente”, en tanto que los accidentes seguirán suscitándose dado que al no haber ni siquiera una delegación de la Profepa, aquí, Pemex “es una empresa que se autorregula, o no se regula”.
Casos similares han ocurrido en Guanajuato, Veracruz, y Tabasco, pero a pesar de ello la empresa acaba de ser autorizada para perforar 640 pozos en la zona costera.
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