Fuente: La Voz Digital
JAVIER LÓPEZ | CÁDIZ
Si algo se cotiza al alza en la provincia de Cádiz en los últimos meses –además de la cesta de la compra– es el aumento del desempleo entre la población. Los últimos datos disponibles –correspondientes al mes de noviembre– sitúan a los gaditanos como la población andaluza con el índice de desempleo más alto de la comunidad con un 8,9%. Cuatro meses consecutivos de aumento del desempleo establecen el número de parados en 106.597 gaditanos.
Sin embargo, existen una serie de puestos de trabajo que no se cubren a pesar del amplio listado de desocupados. De acuerdo con los datos del Instituto de Empleo, la provincia cuenta con 25 ocupaciones de lo que este organismo denomina como «de difícil cobertura». Un dato que llama poderosamente la atención es que el 72% de estos puestos guarda relación con trabajos de la mar. Una labor dura y que obliga a separarse de la familia durante semanas y meses.
Andalucía le da la espalda al mar. En el resto de provincias costeras de la comunidad los empleos que obligan a embarcarse son también mayoría entre los puestos de difícil cobertura de su territorio –en Málaga alcanza el 77% de las ocupaciones para las que no se encuentra mano de obra–.
El capitán de la marina mercante José María Arrojo señaló en declaraciones a este periódico que una de las razones para que las navieras tengan dificultades para encontrar personal estriba en las retribuciones del sector. «Los salarios no cumplen las expectativas de los profesionales de todas las categorías», indicó. Arrojo puso de manifiesto que existen opciones laborales más atractivas en las que no hay necesidad de embarcarse. De esta forma se evita el hacerse a la mar durante varios meses y el salario es mejor. El capitán aseguró que esta demanda no indica que no exista personal cualificado, sino que éste ocupa puestos de trabajo en los que no tienen necesidad de embarcarse.
Formación
La Facultad de Ciencias Náuticas de la Universidad de Cádiz cuenta en la actualidad con 325 alumnos, de los 225 son de primer ciclo y 100, de segundo. Los licenciados obtienen una titulación –en función de la especialidad cursada– equivalente a capitán, jefe de máquinas u oficial radioelectrónico de primera clase.
Los diplomados, por su parte, son oficiales de puente –pilotos de primera y de segunda–, oficial de máquinas y oficial radioelectrónico de se-gunda clase. Según indicó Arrojo, del Colegio de Oficiales de la Marina Mercante, «el conjunto de alumnos de las siete escuelas náuticas que existen en España es insuficiente para satisfacer la demanda» de este personal cualificado.
Los salarios del sector no son todo lo altos que cabría esperar de la responsabilidad que ostentan estos profesionales. Un capitán de Trasmediterránea cobra algo más de 3.800 euros brutos mensuales, lo que no es mucho si se tiene en cuenta que sobre este cargo cae toda la responsabilidad del pasaje, la tripulación, la carga y el navío. El jefe de má-quinas tiene una retribución de tan sólo unos 400 euros menos. Los primeros oficiales tienen un salario de 1.880 euros brutos mensuales, mientras que a los de segunda se los remunera con 1.628 euros. Los oficiales de tercera, por su parte, reciben algo más de 1.500 euros.
Según el convenio firmado en 2006 por esta naviera con sus trabajadores, las azafatas tienen una retribución de 1.000 euros mensuales. Este puesto también figura como una de las ocupaciones para las que resulta complicado encontrar personal, según los datos del Instituto de Empleo. Otros para los que también existe demanda en la provincia cuentan con los siguientes salarios: los cocineros de buques, 1.180 euros, al igual que los caldereteros y los mayordomos de buques.
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