martes, 13 de noviembre de 2007

El petrolero «chatarra»

La misma Sociedad Clasificadora que la lancha Seba'an o sea ABS.......casualidad?....

Fuente: ABC
CRUZ MORCILLO. MADRID.

Hace cinco años el «Prestige» lanzaba un «may day» frente a Finisterre y traía el fantasma de la peor marea negra vivida. Las investigaciones de la Administración demuestran que el petrolero estaba «en una situación estructural crítica límite mucho antes de salir de San Petersburgo-Ventspils para su viaje final», tal y como sostiene la documentación aportada a los juzgados de Corcubión y Nueva York donde se dirimirán las responsabilidades del desastre calculadas en 1.000 millones.

En el informe de casi 500 folios, un extracto del cual fue presentado por España a la Organización Marítima Internacional en 2005, se afirma que las inspecciones, «que son los medios empleados para controlar el estado del buque, fallaron. Esto permitió que (el «Prestige») siguiera navegando aun hallándose en una situación de falta de navegabilidad, simplemente porque en realidad las inspecciones no se realizaron con el rigor que exigen las normas». En el documento se repasa la situación estructural del petrolero -las reparaciones, la auditoría de la Asociación Internacional de Sociedades de Clasificación y el informe técnico de la clasificadora ABS-; la situación operativa, el clima que había y el vertido inicial (más del 30 por ciento de la carga total se vertió al mar antes del 14).


El resumen de la Administración Marítima Española es que la «cadena de errores, omisiones y negligencias en las inspecciones al «Prestige» fueron determinantes de la condición crítica en la que se encontraba y en consecuencia del desenlace final» (...) «La costa española estaba gravemente amenazada y sus autoridades adoptaban medidas para protegerla sin disponer de información veraz sobre el estado real del buque».

¿Por qué esa información no era real? Entre otros aspectos «gracias» a ABS, la sociedad que dio el visto bueno al petrolero para navegar cuando nunca debió salir de puerto. Las reparaciones llevadas a cabo entre 1995 y 1996 en Constanza (Rumania) ya afectaron a elementos estructurales críticos (tanques de lastre 3 de babor y estribor) . «El informe -asegura la Administración- está plagado de errores (se han detectado 31). No se hizo ninguna prueba hidrostática o neumática de los tanques. Cinco años después en Guangzhou (China) pasó la revisión de los 25 años de servicio. Otra vez elementos estructurales en los mismos tanques, con la sorpresa de que hubieron de reemplazar el 50% del material reparado cinco años antes. Las renovaciones se hicieron con planchas y refuerzos infradimensionados «lo que afectó de forma gravísima y decisiva a la seguridad del buque».
Tanto los inspectores de China, como el que intervino en Dubai en 2002 encontraron «en estado satisfactorio elementos de los que el buque carecía». El informe de ABS, dice la Administración española, trata de justificar que la estructura del barco estaba en perfecto estado el 13 de noviembre y que la causa del deterioro final fue «exclusivamente» su exposición a las cargas ambientales de los días posteriores.
Varios faxes del 11 de noviembre -cuando el petrolero navegaba por el Canal de la Mancha- acreditan que lo hacía con su máquina en condición de «emergencia», situación en la que al menos se encontraba desde cinco meses antes durante su estancia en Kalamata (Grecia), recién inspeccionado en Dubai. La derrota seguida por el barco es propia de un buque que va sufriendo paradas intermitentes en su máquina y, de hecho, navega a muy baja velocidad porque el regulador del motor principal va desconectado.
El «Prestige» debía llevar remolques de emergencia a proa y a popa que pudieran ser utilizados en caso de emergencia. El de popa no existía, según el propio capitán, y en la proa «sólo había cadena». De hecho, la actividad del petrolero de los últimos años fue la de buque almacén de fuel oil en la zona del Golfo Arábigo y San Petersburgo, realizando viajes cortos a puertos cercanos al parecer con un flete por debajo del coste medio de mercado. La «mala vida» del barco propició un elevado y acelerado grado de corrosión de su estructura y le benefició para que se le realizaran pocas inspecciones diferentes a las programadas por la clasificadora, las del Estado de bendera (Bahamas) o las de su propia tripulación.

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