Fuente: Invertia
Washington, 29 oct (EFECOM).- El Tribunal Supremo de EE.UU.anunció hoy que revisará el caso de la demanda a la petrolera Exxon Mobil Corp., que todavía debe pagar una multa de 2.500 millones de dólares por daños, tras el peor vertido de petróleo en las costas de EEUU.
La revisión de la demanda ha sido solicitada por la compañía petrolera, la más grande de EEUU por valor en bolsa, que considera que la suma a pagar, que ya ha sido disminuida en dos ocasiones, es demasiado alta.
La petrolera alega que la ley marítima no permite la imposición de una suma tan elevada y que la cantidad establecida (actualmente 2.500 millones de dólares) ha sido mal calculada y representa una suma inaceptable de daños y prejuicios.
Sin embargo, la Justicia ha rechazado varias de las peticiones de revisión de la demanda solicitadas por algunos de los demandantes iniciales, los perjudicados por el vertido de crudo en Alaska de 1989, que se oponen a la revisión de esta multa.
Los afectados por el incidente alegan que 2.500 millones de dólares no es una cifra tan alta para una compañía como Exxon Mobil, ya que genera esta cantidad de beneficios en algo más de tres semanas.
La multa establecida en el caso del barco petrolero "Exxon Valdez", dictada en 1994 por un juez federal de Alaska, ascendió originalmente a 5.000 millones de dólares y se convirtió en la mayor establecida jamás hasta la fecha por una compañía privada por daños y perjuicios.
Sin embargo, esta cantidad fue disminuida a 4.500 millones de dólares por un tribunal federal y a 2.500 millones por un tribunal de apelaciones en diciembre de 2006, ambos en San Francisco (California).
El dinero de la multa está destinado a cerca de 34.000 pescadores, nativos de Alaska, propietarios y otras personas cuyos medios de vida se vieron afectados a causa de un incidente que se convirtió en un desastre medioambiental de grandes dimensiones.
El 20 por ciento de estos demandantes iniciales, según sus abogados, han muerto durante el proceso judicial que todavía continúa y que se ha convertido en uno de los más largos de la historia de EEUU.
Se espera que el Tribunal Supremo organice la audiencia sobre este caso entre febrero y marzo y que dicte sentencia en verano de 2008.
El vertido se produjo en 1989, cuando el buque Exxon Valdez chocó contra un arrecife y causó el derrame de unos 42 millones de litros de crudo a lo largo de unos 2.400 de kilómetros de la costa de Alaska.
Exxon (que entonces todavía no se había fusionado con Mobil) alegó en 2006 que ya no debería pagar nada porque había aprendido la lección y había gastado más de 30.000 millones de dólares en gastos legales y en la limpieza de la zona de Prince William Sound, donde se produjo el accidente.
El jurado declaró entonces también culpable de "imprudencia" al capitán del Valdez, Joseph Hazelwood, al considerarle responsable del choque del buque contra los arrecifes de la costa.
La acusación había alegado que Hazelwood pilotaba el barco ebrio, y que Exxon era consciente de que su capitán tenía problemas con el alcohol.
Exxon Mobil tuvo un beneficio neto de 10.260 millones de dólares entre abril y junio de 2007. EFECOM icr/mla/jlm
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