Fuente: Tribuna Campeche
Demandan al Senado que se frene el ecocidio
El grupo ecológico ambientalista Marea Azul presentará de manera conjunta con la organización internacional ecologista Greenpeace y Conservación de Mamíferos Marinos de México (Comarino), una solicitud al Senado de la República para que intervenga a fin de detener en la medida de las posibilidades el ecocidio que se está suscitando en aguas carmelitas a causa del derrame de hidrocarburos.
La representante de Marea Azul, Lourdes Rodríguez Badillo, señaló lo anterior al comparar el accidente del pozo Kab 101 con el caso del Ixtoc, pues diariamente derrama tres mil 500 barriles diarios, por lo que las organizaciones instarán a la Cámara Alta a hacer indagaciones a fondo.
A esto se suma el dispersante y el resto de los químicos que están vertiendo en el mar para "sedimentar" el combustible; productos igualmente dañinos para los ecosistemas.
Lo único que se está haciendo, dijo, es precipitar los hidrocarburos al lecho marino sin que el daño disminuya; "Pemex sólo trata de minimizar todo lo que está sucediendo y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente lo está solapando".
"Todo ello deja al descubierto la ineficiencia y que Seguridad Industrial de la paraestatal falló; tan sólo (hay que) ver la lamentable muerte de más de 20 personas, mientras que también Protección Ambiental falló por el derrame de combustible y la fuga de gas que aún sigue dándose", expresó.
Pero subrayó que "lo que más preocupa es la capacidad de disfrazar las cifras y desviar la atención (que demuestran) Pemex y la Profepa, que sólo tratan de confundir a la opinión pública y negar a toda costa (el daño)".
Pemex queda ante todos como una empresa "de altísimo riesgo", y la supuesta aplicación de los recursos invertidos en seguridad laboral y ambiental, de nada han servido, ya que los 30 años que deberían de tener de experiencia han sido tirados por la borda".
Ahora, al igual que el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca) en El Carmen, Miguel Angel Roldán Zavala, expresó que no sería aventurado esperar una desgracia mayor en caso de que los más de 3 mil 500 ductos marinos instalados en la Sonda llegaran a romperse.
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