Fuente: La Cronica de Hoy
Petróleos Mexicanos (Pemex) negó ayer que pretendiera ocultar información referente a las condiciones materiales del equipo de salvamento —en particular las “mandarinas”— que fue empleado tras el accidente de la plataforma Usumacinta, que dejó 21 muertos la semana pasada.
Atribuyó la destrucción de dichas barcazas, que se observa en fotografías de las mismas, al encallamiento que sufrieron luego de llegar a las costas recalando y golpeando con su parte superior —menos resistente que la quilla— el fondo marino.
Señaló además que “en sobrevuelo efectuado con personal de la secretaría del Trabajo se detectó a un grupo de lugareños extrayendo partes del interior de los botes”.
La paraestatal indicó que la magnitud de la tragedia ocurrida el 24 del presente “hace indispensable que ésta sea investigada a fondo para que se conozca a detalle las razones del accidente y los eventos posteriores a la evacuación de la plataforma” mencionada.
Ofreció que “coadyuvará plenamente para que se conozca, paso a paso, cómo ocurrieron los hechos”, pues “Pemex desea, primero que nadie, que este lamentable accidente sea aclarado”.
Luego indicó: “Sin embargo, debemos señalar que resulta por demás riesgoso que aún antes de haber iniciado las investigaciones, existan condenas por anticipado, con información parcial y supuestos testimoniales de anónimos imposibles de probar y, lo más importante, sin elementos documentales que avalen la información”.
Recalcó que las fotos que han aparecido en medios de comunicación de las mandarinas en condiciones de destrucción, fueron tomadas después de haber encallado en tierra, lo cual explica su destrucción.
Explicó que los botes de salvamento están diseñados para operar en el mar y las condiciones normales de navegación para estos botes, al igual que todas las embarcaciones, es con la quilla hacia abajo; por lo tanto, la quilla tiene una capacidad de resistencia mayor que la parte superior (la quilla tiene 1 ½ “ a 2”de espesor, mientras que la parte superior tiene aproximadamente ¾” de espesor)
Además —prosiguió— la parte superior aloja las escotillas y puertas de acceso al bote, pero no obstante lo anterior, aun en condiciones extremas, su diseño les permite virar y regresar a su posición normal con la quilla hacia abajo.
Sin embargo, la parte superior de los botes llegó recalando o golpeando el fondo marino y esta parte superior, a diferencia de la quilla, no está diseñada para soportar ese tipo de impactos. Por ello suponemos que ahí ocurrió la destrucción de las mismas.
Los botes de salvamento que arribaron a las costas de Campeche el 24 de octubre, fueron inspeccionados por personal de la paraestatal y el día 26 de octubre se levantó un acta notariada con la intervención del Ministerio Público, en la que se describen las condiciones en que se encontraron. Esta información constará para las investigaciones correspondientes.
La empresa petrolera manifestó que no obstante estos datos relacionados con las características, condiciones de operación y el estado que presentaban las “mandarinas”, deberán ser las autoridades competentes las que terminen evaluando esta y toda la información referente a este lamentable accidente- Pemex”.
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