Noticia vieja y reciclada de Contralinea y Reforma...atrasados en noticias.....
José Manuel Arteaga y Francisco Reséndiz
Fuente: El Universal
En 32 minutos, el 12 de diciembre de 2002, sin ninguna oposición, 432 diputados aprobaron la Ley de Navegación y Comercio Marítimo impulsada por los panistas José Tomás Lozano Pardinas y César Reyes Roel, quien posteriormente sería el director general de Marina Mercante en la etapa final del gobierno de Vicente Fox.
A partir de la publicación de la ley en 2006 Pemex estaría obligado a contratar sólo navieras mexicanas con embarcaciones nacionales, salvo que no existieran en el país los buques requeridos.
Parecía una acción nacionalista, pero esa es precisamente la irregularidad ya que se reducen los posibles competidores; sólo empresas como Transportación Marítima Mexicana —la gran beneficiaria de la ley de acuerdo con la investigación de la Secretaría de la Función Pública— pueden cumplir con los requisitos técnicos que exigen las licitaciones de Pemex Refinación y, en todo caso, si no cuentan con ellos, pueden rentar naves extranjeras como también lo prevé la nueva legislación, aseguran fuentes de la industria naviera.
“Abanderamiento light” se llama la práctica, en la que no se crea empleo para nacionales, ni se generan los impuestos deseados, porque la operación se limita a utilizar las restricciones de nacionalidad de la ley para intermediar entre Pemex y empresas internacionales.
Por esa misma razón la dirección de Pemex ofreció resistencia al esquema e interpuso un amparo el 10 de agosto de 2006 porque la normatividad contraviene la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público en donde se busca que el Estado pueda contratar al mejor costo posible independientemente de la nacionalidad del servicio.
Mientras el proceso legal continúa, el balance financiero de TMM mejora por los ingresos generados a partir de la ley que permite a esa empresa cobrar tarifas hasta 50% más altas que las internacionales según información de Pemex.
Además, una vez consolidada la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, la empresa Transportadora Marítima Mexicana (TMM) recibió seis de siete contratos otorgados desde 2006 por Pemex Refinación, de acuerdo con información de la propia paraestatal.
De acuerdo con datos de Pemex Refinación en poder de EL UNIVERSAL, el primer contrato para TMM con la subsidiaria tras la publicación de la Ley Naviera, fue el 27 de diciembre de 2006 cuando obtuvo ocho millones 550 mil dólares por el arrendamiento del Buque Tanque Monte Albán.
Dos días después, la empresa de José Serrano también obtuvo un contrato de 10 millones 450 mil dólares por el arrendamiento del buque tanque Green Point y otro de ocho millones 444 mil dólares por la nave Kapadokia.
Información de la oficina del presidente de TMM que fue enviada a este diario, reconoce que una vez que se declaró desierta la Licitación Pública Nacional Número R6LN332017, Pemex Refinación decidió efectuar “un procedimiento de excepción a la Licitación Pública, mediante invitación a todos los miembros de la Cameitram”, donde el contrato se adjudicó al buque tanque Kapadokia de esa empresa.
Posteriormente, en lo que va de 2007, para TMM llegaron tres contratos adicionales para que Pemex pudiera arrendar los buques tanques Vera Cruz A, Fidelity y Gavros, donde los contratos fueron por cinco millones 273 mil dólares, 11 millones 880 mil dólares y seis millones 167 mil dólares, respectivamente.
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