Por: Marco A. Mares Opinión
Fuente: La Cronica de Hoy
El Poder Legislativo está a punto de dar un mordisco de 30 millones de dólares a la industria de los cruceros que tocan distintos destinos en México.
El gobierno cobraría 56 pesos equivalentes a alrededor de 5 dólares a cada turista que viaja en crucero y toca territorio nacional.
El dictámen respectivo ya fue palomeado en comisiones y sólo falta su aprobación en el pleno.
Los representantes de la industria de cruceros pronostican que el golpe económico ahuyentará a los inversionistas hacia otros países.
La Ley que se está modificando es la Ley Federal de Derechos.
La Comisión de Hacienda, que preside Jorge Estefan Chidiac ya la aprobó y se prevé que la suban al pleno este martes.
La idea es cobrar cinco dólares por cada turista de crucero que toque puerto mexicano, además de los otros derechos que ya se cobran.
Según Estefan Chidiac este gravamen generará ingresos por 30 millones de dólares, de los cuales 80% se canalizarán a los municipios para diversas obras y 20% al Instituto Nacional de Migración.
De acuerdo con un estudio de la Asociación de Cruceros del Caribe de Florida realizado por Business Research and Economic, la contribución económica de la industria de cruceros en México dejó en el 2006 una derrama económica de 565 millones de dólares.
El vocero de la asociación Mike Ronan asevera que de aprobarse el impuesto a los cruceros impactará negativamente en la llegada de más turistas a los destinos mexicanos e inclusive las navieras podrían llevarse sus barcos a otros puertos fuera del territorio mexicano.
El impuesto, dicen los cruceristas, restaría competitividad a México.
Un barco de 2 mil 500 pasajeros puede estar pagando un día a un puerto mexicano costos por arriba de otras terminales como la Isla de San Martín en El Caribe o inclusive Barcelona, en España.
¿Cuáles son los argumentos de los cruceristas?
Según la Asociación de Cruceros del Caribe y la Florida:
México recibe anualmente 6 millones de turistas de cruceros que dejan una derrama de 565 millones de dólares.
Hoy día la industria de cruceros es altamente competitiva.
México compite con otros destinos del Caribe, Europa, Australia, Nueva Zelanda y Sudamérica entre otros.
Nuevos destinos como Guatemala, Belice y Costa Rica ofrecen incentivos para atraer a los cruceros.
El turismo que viaja en cruceros no es un turismo de ingresos altos, es un turismo de ingresos de clase media.
El crucero hoy día es exitoso porque ofrece opciones a la clase media y media baja, personas que ahorran un año o dos años para tomar un crucero.
Las navieras pagan impuestos en los destinos a los que llegan.
En México se paga un monto anual de 91.8 millones de dólares por concepto de derechos y servicios portuarios.
México está entre lo países que más altos costos tienen en la región del Caribe.
Agregar un impuesto nuevo incrementa costos para las familias y hace al mercado mexicano menos competitivo a nivel global.
A la fecha el gasto promedio es de 85 dólares por persona por puerto por día en México.
El impuesto o derecho es algo que va a ser parte del monto que los turistas vean cuando determinan donde tomar sus vacaciones, al momento de comprar el crucero.
Si se aprueba este impuesto habrá un impacto.
Si aumentan los costos de un país lo hace menos competitivo a nivel global.
Las líneas llevan los barcos a diferentes destinos guiados por la preferencia del consumidor y este impuesto tendrá un impacto en la decisión.
El importe del derecho se destinará en un 80% a la Secretaría de Turismo.
La dependencia lo aplicará en obras de infraestructura y programas de conservación, mantenimiento, limpieza y vigilancia de las zonas costeras, por conducto de los municipios en donde se genere el derecho.
Y el 20% restante al Instituto Nacional de Migración.
Cruceristas y algunas autoridades municipales se oponen al nuevo derecho.
La moneda está en el aire.
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