Y en México se vanaglorian con poco mas de 10 muelles y 4 gruas, en algunos puertos.
Fuente: ABC
PABLO M. DÍEZ ENVIADO ESPECIAL SINGAPUR.
En 1819, un visionario oficial británico de la Compañía de las Indias Orientales, sir Thomas Stamford Raffles, conspiró con el hermano del sultán de Johor para hacerse con una pequeña y poco poblada isla de 690 kilómetros cuadrados enclavada al sur de la Península de Malasia: Singapur.
Sin recursos ni riquezas naturales, la nueva colonia del Imperio Británico se volcó desde sus orígenes en lo único que tenía: su privilegiada posición como puerto de paso en el Estrecho de Malaca. Se trata de un importante canal de comunicaciones marítimas de 900 kilómetros de largo que conecta el Océano Índico con el Pacífico y por el que en esa época circulaba todo el opio que fluía desde la India hasta China para comprar el té que luego era comercializado en Europa.
Gracias al empeño personal del ambicioso Raffles, Singapur aprovechó su emplazamiento como cruce de caminos y se convirtió en uno de los primeros puertos del planeta en liberalizar el comercio, atrayendo a numerosos mercaderes chinos, hindúes y malayos y anticipándose al mundo globalizado que iba a deparar el futuro. Dos siglos después, Singapur es una próspera y eficiente ciudad-Estado donde sus más de cuatro millones de habitantes disfrutan de una de las rentas per cápita más altas del globo (22.700 euros al año) y en cuyo distrito financiero se sigue recordando al fundador-colonizador de la isla.
En el mismo lugar donde Raffles desembarcó, hoy se levanta una estatua en su honor, pero las palmeras y cocoteros que el aventurero inglés se encontró al pisar tierra firme han sido reemplazados por un bosque de majestuosos y futuristas rascacielos situado al otro lado del río Singapur y muy cerca del tradicional motor económico del país: su puerto.
El mejor puerto del mundo
En la actualidad, como ayer, la localización geográfica de esta diminuta isla sigue marcando su brillante porvenir. Desde hace dos años, Singapur es el puerto con más tráfico de mercancías de la Tierra y ha sido votado 17 veces como la mejor y más eficaz terminal del transporte de carga. Superando a otra antigua colonia británica de Asia, Hong Kong, en 2005 pasaron por los muelles de Singapur 23,2 millones de contenedores de carga y 800.000 vehículos. El año pasado, dicha cifra subió hasta los 24,8 millones de contenedores.
No en vano, las 200 líneas marítimas que operan desde Singapur están conectadas rápida y fácilmente con 600 puertos de 123 países, ya que cada día salen de sus muelles dos barcos con destino a Estados Unidos, cuatro a Europa, cinco a Japón, nueve a China (incluyendo Hong Kong y Taiwán) y 70 hacia el Sureste Asiático.
48 muelles y 147 grúas
Dirigido por la compañía estatal PSA, el puerto cuenta con 48 muelles para grandes cargueros y 147 grúas para desembarcar los contenedores repartidos por sus cuatro terminales: Tanjong Pagar, Keppel, Brani y Pasir Panjang. Además, hay otra pequeña terminal en Jurong gestionada por una compañía distinta, pero sus cifras palidecen al lado del colosal nudo de comunicaciones en que se han convertido las instalaciones que corren a cargo de PSA.
A pesar de que el tráfico de mercancías se ha venido incrementando cada año en Singapur, por donde pasaban 15,5 millones de contenedores en 2001, este puerto ya se está preparando para hacer frente a la dura competencia de China. Y es que el extraordinario crecimiento económico del gigante asiático y sus imparables exportaciones han colocado a siete puertos chinos (Hong Kong, Shangai, Shenzhen, Qingdao, Ningbo, Tianjin y Cantón) entre los 20 con más tráfico del mundo.
De hecho, el liderazgo portuario de Singapur ya no se ve amenazado por Hong Kong, sino por Shangai o Shenzhen, por lo que la compañía PSA tiene previsto construir 15 muelles más de aguas profundas en la terminal de Pasir Panjang para poder manejar 31 millones de contenedores en 2011.
Una vez más, Singapur pretende adaptarse a los nuevos tiempos, puesto que el presidente de PSA, Tan Puay Hin, vaticina que «de aquí a 2009, la mayoría de los barcos que nos van a llegar son megacargueros de contenedores que hacen la ruta entre Asia y Europa, por lo que debemos contar con las instalaciones adecuadas para poder cargar y descargar tan grandes navíos».
En este sentido, el puerto de Singapur ya dispone de muelles donde pueden atracar embarcaciones de más de 300 metros de eslora y con capacidad para transportar hasta 9.000 contenedores. Para ello, PSA ha invertido 400 millones de dólares de Singapur (197,2 millones de euros) en nuevos equipamientos y tecnología. También se ha asociado con las principales firmas navieras del mundo, como Mediterranean Shipping o Cosco, que a partir de ahora tendrán sus propios muelles en el puerto.
Todo ello para que no decaiga la frenética, pero ordenada hasta el más mínimo detalle, actividad en el puerto de Singapur, que seguirá beneficiándose de los 60.000 barcos que navegan cada año por el Estrecho de Malaca transportando la mitad del petróleo que se consume en el planeta y un tercio del comercio mundial.
Desde su estatua, Raffles podrá ver cómo la ciudad que levantó de la nada continúa siendo no sólo el puerto, sino también la puerta de Asia.
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