Marina Mercante y Guardia Civil se disputan la tripulación del primer patrullero oceánico contra la inmigración clandestina
Discrepan sobre quién debe subir a esa embarcación: personal civil o sólo agentes del Instituto Armado
Fuente: NICOLÁS CASTELLANO / CADENA SER
La inminente entrada en funcionamiento del primer patrullero oceánico para combatir la inmigración clandestina ha provocado un conflicto entre la Marina Mercante y la Guardia Civil. La disputa se centra sobre todo en quién debe tripular esa embarcación, si personal civil o sólo agentes del Instituto Armado
Según ha sabido la Cadena SER, el coronel del servicio marítimo de la Guardia Civil y la Marina Mercante han intercambiado desde noviembre del pasado año cuatro informes jurídicos que tratan de aclarar la indefinición existente sobre el tipo de tripulación que debería llevar el nuevo patrullero del Instituto Armado y sobre sus garantías legales en aguas internacionales, a donde estaría dedicado para la vigilancia de la inmigración irregular.
Este servicio, inédito hasta ahora en la Guardia Civil, constaría de dos patrulleros oceánicos -del que el primero está todavía en astilleros en Galicia- es un viejo pesquero japonés de 51 metros de eslora que está siendo remodelado. Marina Mercante exige que, al operar en aguas internacionales y debido a que no lo considera un barco de Estado, su tripulación debería llevar marinos civiles.
Convenio del mar
Según los informes de Marina Mercante, en base al convenio del mar de 1978, las titulaciones que poseen los guardias no les facultan para dirigir este tipo de nave en aguas internacionales porque el servicio marítimo de este cuerpo español sólo puede actuar en aguas españolas, lo que añade serias dudas legales sobre la actividad de las patrulleras que en estos momentos operan en aguas de Senegal y Mauritania.
Para la Guardia Civil el convenio internacional de Montego Bay recoge excepciones como ésta, a la que se agarra el Instituto Armado para que se autorice a su petición. Según ha sabido la SER, dentro del servicio marítimo hay un claro malestar por tener que llevar a bordo a marinos civiles en un barco armado destinado a operaciones especiales partiendo del fenómeno de la inmigración aunque no sólo para esta función.
Conversaciones avanzadas
Fuentes de la Marina Mercante han asegurado a la SER que en los últimos días se ha avanzado mucho en las conversaciones entre el coronel del servicio marítimo de la Guardia Civil y se le han ofrecido dos alternativas. La primera es que el capitán y los oficiales que vayan a bordo para la puesta en marcha del patrullero sean marinos mercantes para cumplir con los convenios internacionales; y la segunda es que la Guardia Civil habilite a integrantes del servicio marítimo para que se formen como oficiales mercantes, con lo cual la tripulación sí podría estar integramente formada por guardias. Según Marina Mercante, hasta que este tipo de formación sea posible ya está muy avanzada la contratación de una empresa por parte de la Guardia Civil que dotará a estos dos patrulleros de los marinos mercantes necesarios para navegar en aguas internacionales.
Por su parte, fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil han recaldado a la SER que en ningún caso hay confrontación insalvable con la Marina Mercante y se han mostrado convencido de que en las próximas semanas esperan alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
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