Fuente: Diario Directo
ESTRASBURGO, 12 (EUROPA PRESS)
El pleno del Parlamento Europeo aprobó hoy un informe sobre la futura política marítima de la Unión Europea en la que plantea incluir la navegación en el comercio de derechos de emisión como medida para que los navíos contribuyan a luchar contra el cambio climático. La Eurocámara sugiere igualmente que los buques reduzcan radicalmente las emisiones de CO2 y de óxido de nitrógeno y promover el uso de las energías renovables como la eólica y la solar.
Además, pide a la Comisión Europea presentar propuestas legislativas para reducir eficazmente las emisiones marítimas de gases de efecto invernadero y que la UE emprenda una acción decidida para incluir el sector marítimo en las convenciones internacionales sobre el clima.
El texto aprobado en Estrasburgo expresa su preocupación ante los informes que hablan de un alto nivel de emisiones marítimas de dióxido de carbono, que representan más del 5 % de las emisiones globales, con lo que, de no tomar medidas, se calcula que aumentarán hasta en un 75 % en los próximos 20 años.
Los eurodiputados entienden que las medidas propuestas no suponen ningún obstáculo para la industria europea sino que, al contrario, ésta sólo tendrá futuro si es "innovadora", dado que los productos estándar, sobre todo en la construcción naval, apenas se pueden fabricar en Europa a precios competitivos.
Según destacó el autor del informe, el socialista alemán Willy Piecyk, una política marítima orientada hacia el futuro requiere una combinación de "protección del medio ambiente marino y una exploración innovadora e inteligente de los mares".
"En el futuro, la introducción del comercio de derechos de emisión en la navegación, las energías renovables como la solar y la eólica para los buques, el suministro terrestre de energía para los buques en los puertos, la energía eólica en el mar y otros temas relacionados deberán determinar con mayor firmeza el orden del día de la política europea", subrayó.
FONDO PARA REPOBLACION
El Parlamento Europeo considera, en definitiva, que el transporte marítimo debe ocupar un lugar preferente, por delante del transporte por carretera o aéreo ya que comparativamente es menos contaminante.
Por último, a la vista de que el sector marítimo es uno de los pocos ámbitos en los que no se cumple el principio de "quien contamina paga", la Eurocámara opina que las fábricas que vierten aguas residuales, las que realizan tareas de extracción de arena y grava y las empresas dedicadas a obtener energía del mar que se consideren contaminantes deberían contribuir a un fondo comunitario destinado a la repoblación y conservación de la flora y fauna marinas.
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