lunes, 12 de marzo de 2007

Reflexiones, acciones y lucha

ENRIQUE OMAR SUÁREZ. SECRETARIO GENERAL DEL SINDICATO OBREROS MARÍTIMOS UNIDOS
Reflexiones, acciones y lucha

Fuente: Pesca y Puertos

El titular del SOMU, paralelamente a las intensas negociaciones con las cámaras armadores de buques tangoneros previas a la salida a la pesca del langostino, recibía a Pesca & Puertos para analizar la situación de los trabajadores marítimos en el contexto internacional, nacional y dentro de su propio sindicato. La unión de los trabajadores, el trabajo en negro y las próximas luchas en boca de un reconocido dirigente.

– Usted participó como representante argentino en el encuentro donde se formalizó la unificación de las dos grandes centrales de trabajadores a nivel mundial, la Confederación Internacional del Sindicalismo Libre (Ciols) y la Central Mundial de Trabajadores (CMT). ¿Qué significado le asigna al nacimiento de la Confederación Sindical Internacional (CSI) que agrupará a 181 millones de trabajadores?

– Creo que la conformación de la nueva Confederación es un paso importantísimo para la organización del movimiento obrero en el mundo. Es la respuesta de los trabajadores y sus principales organizaciones a los desafíos que nos plantea la globalización de la economía y de los mercados. En ese congreso que usted menciona estuvieron presentes más de 300 delegaciones de 154 países, lo que ilustra la magnitud del esfuerzo de unificación. Y por esa razón, no puedo sino reconocer la emoción y el orgullo por haber sido cofundador, junto también a los compañeros, Gerardo Martinez y Enrique Venturini por mandato del Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, y del titular de la CATT, Juan Manuel Palacios. Este acontecimiento es de indudable trascendencia histórica.
Quiero agregar una reflexión adicional, este esfuerzo de unidad a nivel internacional era imprescindible, porque el proceso de la globalización impone, muchas veces, condiciones de extrema desigualdad. El capital está cada vez más concentrado en corporaciones trasnacionales, que buscan incrementar sus beneficios a costa de los salarios y las condiciones laborales dignas. De allí que, a nivel mundial, el poder de negociación de los trabajadores sólo puede ser efectivo si contamos con instancias de coordinación unificadas también a escala internacional.

– Dentro del sindicalismo argentino y puntualmente entre los gremios marítimos también se han dado pasos hacia la consolidación de la unidad. ¿En qué estado se encuentra este proceso?

– Cada día más avanzado y consolidado. El SOMU, que viene trabajando duro a favor de la unidad, integra la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), lo que nos hermana con los compañeros de otras actividades similares en las luchas, reclamos y posiciones comunes.
Por otra parte, en la CGT liderada por Hugo Moyano hay una clara voluntad de consolidar una genuina representación que exprese los intereses del conjunto de los trabajadores. Simultáneamente, el esfuerzo de recuperación de las 62 Organizaciones Justicialistas, expresa nuestra voluntad de canalizar y hacer pesar en la política nacional las reivindicaciones de los trabajadores, reclamando las instancias de representación que resulten aptas para canalizar esas genuinas reivindicaciones.
En el sector marítimo en particular, hemos dado una serie de pasos importantísimos el año pasado, al avanzar en varios acuerdos con los compañeros de otras organizaciones de trabajadores del sector, a fin de unificar nuestra acción sindical. Esto pudimos hacerlo público precisamente en el Congreso de la CATT. El SOMU avanzó en acuerdos con el Sindicato Marítimo de Pescadores, Asociación Argentina de Capitanes y Patrones de Pesca de Mar del Plata, el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales y el Centro de Patrones Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo. Nos une una misma visión sobre la necesidad de apoyar activamente la orientación actual del proyecto de desarrollo que impulsa el presidente Néstor Kirchner que, a diferencia de lo sucedido en la década de los ´90, se basa en la defensa de la producción y el trabajo nacional.

– Después de la inauguración del edificio de la calle Perú ¿Qué otros proyectos están considerando llevar adelante para beneficio de los trabajadores?

– De la mano de la recuperación económica del país, el sector marítimo ha cobrado un dinamismo que había perdido en los últimos lustros. Esto se ve particularmente en el sector vinculado a la pesca, y también en el sector del transporte se avizora un horizonte positivo gracias a la recuperación de la bandera nacional para nuestros buques. En estas condiciones, los trabajadores han recuperado mucho de lo perdido durante los años 90, y eso, que en parte ha sido posible gracias al tesón con que trabajan los compañeros agrupados en el SOMU, también ha repercutido en nuestra capacidad de negociación, nos da mayor fuerza.
Además del nuevo edificio del SOMU hay que resaltar la compra de una nueva sede para la Mutual del Personal Marítimo, la continua mejora de los servicios a los afiliados, la mejora en las infraestructuras de nuestros hoteles, y, específicamente, la adquisición de un hotel en ciudad de Buenos Aires para nuestros afiliados y sus familias. Una deuda pendiente que teníamos desde hace mucho tiempo y que ahora, gracias al fortalecimiento de nuestra organización gremial, pudimos hacer realidad.
Así como logramos estas cosas, estamos empeñados en seguir recuperando la participación de los trabajadores en los beneficios del buen momento económico, seguir mejorando la calidad de los servicios que brinda nuestra Obra Social, que ha obtenido premios a la excelencia, ampliar la oferta de beneficios de nuestra Mutual; en suma, todos esfuerzos que redunden en una mejor calidad de vida de nuestros afiliados.

– ¿En qué estado se encuentra la firma de los nuevos convenios colectivos con el sector pesquero?

– En la inmensa mayoría de los casos en general, y como señalaba antes, de la mano de la recuperación económica, hemos avanzado en la negociación colectiva en términos muy positivos para los trabajadores. Con los empresarios serios del sector, que son la gran mayoría, mantenemos un diálogo maduro. A nosotros no nos inspira una visión anti-empresaria. Sabemos que para preservar y ampliar las fuentes de trabajo, debemos aportar nuestro esfuerzo y contemplar las exigencias de productividad, competitividad y rentabilidad. Pero, al mismo tiempo, tenemos clara nuestra misión histórica de luchar por una participación justa de los trabajadores en la distribución de la riqueza y de los beneficios, incluyendo no sólo la justa reivindicación salarial sino la búsqueda continua en la mejora de las condiciones laborales.
Permítame agregar un concepto. Muchas veces, los dirigentes del SOMU asumimos posiciones de lucha que, para quien desconoce la realidad del sector marítimo, pueden ser incomprendidas. Pero, agotadas todas las instancias de negociación, y cuando existen razones justas que avalan nuestros reclamos, los trabajadores marítimos apelamos a todos los recursos contemplados en la ley y el derecho laboral, incluyendo el derecho de huelga. En ese sentido, es verdad que somos, quizás, uno de los gremios más combativos. Nos avala una tradición histórica de luchas que no estamos, bajo ninguna circunstancia, dispuestos a olvidar sino todo lo contrario.
Por ejemplo, está el caso de qué hacer frente a las actitudes asumidas por el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), que se niega, desde la época de la dictadura militar, a negociar un convenio con los trabajadores pesqueros de buques congeladores en Mar del Plata. Pagan salarios que están un 60 por ciento por debajo del valor asumido por la inmensa mayoría de los empresarios del sector y, desde el punto de vista del derecho laboral, actúan en la ilegalidad. Estas actitudes no se condicen con el país actual y el rumbo adoptado por la Argentina, son posiciones reaccionarias y antisociales que sólo tenían cabida en la etapa de la dictadura y en los años ´90, cuando se llevó adelante una política sistemática de destrucción del trabajo, de los derechos laborales, y de la producción nacional.

– Dentro del proceso de reconstrucción del tejido social y productivo que lleva adelante el actual gobierno de la Nación, la erradicación del trabajo en negro se ha anunciado como un objetivo prioritario. ¿En la pesca cuál es la situación y cuál es en su opinión el rol que deben jugar los gremios en esta lucha?

– La lucha contra el trabajo en negro es una de las principales banderas del movimiento obrero en la etapa actual. Porque crece la economía en forma sostenida, baja la desocupación, mejoran los salarios reales y a nivel general se siguen registrando índices alarmantes de trabajo en negro, es decir, de relaciones laborales que funcionan en el marco de la ilegalidad. Al trabajador en negro se le niegan derechos esenciales, y todo lo que podamos hacer para combatir este flagelo será siempre poco. Esta es la visión que tiene la máxima conducción de la CGT y que, naturalmente, nosotros promovemos y compartimos.
En el sector marítimo existen como resabios de la década del ´90 verdaderos focos de corrupción que, a través de intermediarios inescrupulosos, contratan trabajo en negro, pagando salarios miserables y apelando a los bolsones de desocupación que subsisten y explotando la vulnerabilidad que sufren los más desprotegidos. A estos intermediarios, que actúan en distintos puntos del país, el gremio los tiene perfectamente identificados y, nos les quepa duda, que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para poner fin a estas prácticas nefastas e ilegales.

– ¿Qué medidas considera que se deberían adoptar en materia de seguridad de la vida humana en el mar para evitar se reiteren los trágicos hundimientos que se produjeron en los últimos tiempos? ¿Tiene usted alguna hipótesis de cuáles fueron las causas?

– Las causas de los accidentes, más allá de los hechos fortuitos, tienen que ver con lo señalado antes. Si se respetan las normas de seguridad, si los empresarios son responsables en su cumplimiento, incluyendo la contratación de trabajadores en blanco, con todos los requisitos que ello trae aparejado, la realidad es que se reduciría al mínimo la posibilidad de que ocurran accidentes. ¿Por qué el SOMU es pionero en la capacitación del trabajador marítimo? Precisamente, porque somos conscientes de que los cambios tecnológicos, que incluyen también a la seguridad marítima, nos exigen un nivel de calificación laboral cada día más completo.
Hace años creamos la Escuela de Capacitación Marítima “Omar A. Rupp” para dar respuesta a ese desafío. Hoy tienen un reconocimiento a nivel internacional y debo decir, con orgullo, que esta conquista también se debe al gran apoyo empresarial de todas las Cámaras del país que actúan en las actividades nucleadas por nuestro gremio. Me refiero al aporte empresarial del 2 por ciento.
En otro orden, debo decir también que los visitantes extranjeros se sorprenden que en nuestro país exista una escuela de este tipo. Ya lleva emitidos 13 mil certificados de capacitación avalados por las pautas de la Organización Marítima Internacional (OMI), cuya función, justamente, es dictaminar las normas de la seguridad marítima a escala mundial.
El otro factor a tener en cuenta es el mantenimiento de los buques y su equipamiento, y en esto juega mucho la responsabilidad empresaria. En casos extremos, la búsqueda desmedida de rentabilidad hace que se descuiden los cronogramas de revisión, mantenimiento y reparaciones. Nuestra responsabilidad es denunciar estos hechos y exigir condiciones seguras de trabajo en el mar, incluyendo como un capítulo fundamental el cuidado del medio ambiente.

– ¿Cómo está funcionando el Centro Único de Contratación de Gente de Mar? ¿Puede perjudicar a las seccionales del interior del país?

– Si se respetara el sistema tripartito, la función del Centro sería sin duda alguna positiva. El problema es que se incumple con esa condición, entonces su función se desvirtúa. Pero insisto, nos parece que en ese marco su aporte puede ser muy favorable para los trabajadores y toda la familia marítima.

– ¿Cuál es su opinión respecto a la modalidad de contratación de trabajadores mediante cooperativas?

– El caso de las llamadas cooperativas es en realidad la máscara que utilizan los intermediarios inescrupulosos para la contratación de trabajo al margen de los convenios colectivos y el cumplimiento de los derechos establecidos en las normas laborales. Es un recurso utilizado por una minoría de empresarios que, para maximizar sus ganancias, apelan a este tipo de artilugios para contratar mano de obra barata. Es una actitud repudiable en todo sentido y más temprano que tarde está destinada a ser erradicada por la acción del gremio y por la intervención, que nosotros exigimos, de las autoridades competentes.

– Respecto de la reforma de la ley previsional que recientemente se aprobó en el Congreso. ¿Cuál es su opinión y que mensaje le transmitiría a los afiliados al SOMU?

– El Gobierno nacional ha dado una señal importantísima de preocupación por el futuro de los trabajadores. Esta reforma es un paso adelante, y desde el SOMU lo vemos claramente así. Con la posibilidad de volver al sistema de reparto, los topes a las comisiones, la mutualización de los seguros, y el aumento del reconocimiento del sueldo en el cálculo de las jubilaciones, se está dando un paso importante en la dirección correcta. En síntesis, es parte de una política coherente y sensible a considerar como legítimos los justos derechos de los trabajadores, no sólo de los activos sino también de nuestros jubilados que, durante los años de destrucción, junto a los niños fueron el grupo generacional más desprotegido.

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