PRÁCTICOS DEL CANAL.
Competencia y discriminación
Henry Pino
Acabamos de regresar de una Convención Internacional de Prácticos Marítimos, IMPA.
Nuestro fin de asistir era el de convertir en miembro de esa organización marítima a nuestra empresa de practicaje privada Panama Pilot Services, Corp., PPSC, cosa que hemos tratado de hacer desde enero, pero que había sido imposible aun después de infinitos contactos con la oficina central de IMPA en Londres, debido a objeciones de la Asociación de Prácticos del Canal de Panamá, APCP, también conocida como Unión de Prácticos del Canal de Panamá, UPCP.
Esta asociación de prácticos había mandado cartas para recomendar el ingreso de Pilsemar, SA, empresa también privada, que aunque trabaja en otros puertos, solo permite que trabajen bajo su organización prácticos del Canal.
Pensamos que al estar invitados por los prácticos de Cuba, nos sería fácil convencer a los ejecutivos de IMPA de que formamos parte de una organización independiente, regulada por la Autoridad Marítima de Panamá, AMP.
Inclusive, llevábamos una carta del director de la sección que regula el practicaje, expresando el deseo de que fuéramos admitidos como miembros, ya que no interferimos ni competimos con la APCP, cuyos prácticos son empleados de la Autoridad del Canal de Panamá, ACP. Esta dependencia estatal tiene un sistema único de practicaje que es lo más seguro y eficiente como se ha demostrado fehacientemente en otros países.
No fue así. Después de notificarle al presidente de IMPA nuevamente de nuestros deseos de ser miembros de esa organización, se nos informó que debido a objeciones de la APCP, ya que según ellos competíamos en sus operaciones, no podríamos ni siquiera participar de la convención que era en sí para todos los prácticos.
Sin embargo, debido a la intervención de los prácticos de Cuba en el momento en que nuestra delegación se iba a retirar, se nos pidió que asistiéramos, pero que nos sentáramos aparte de la delegación panameña, representada por prácticos de la APCP e inclusive por dos prácticos que trabajan privadamente dentro de nuestra organización como miembros de Pilsemar, a la que supuestamente iban representando. Al llegar a la convención cambiaron de representación y se sentaron con la delegación panameña, ya que también son miembros de la APCP. Increíble, pero cierto.
La verdad es que esta organización, APCP, compite desde una ventaja indescriptible con todos los profesionales del practicaje que no están en ese sindicato, pues los mismos después que ganan sueldos fabulosos en la ACP quieren y trabajan en todos los puertos privados del país a través de empresas como Pilsemar y ocupan plazas que en ocasiones superan por mucho como compensación secundaria a los sueldos normales de otros profesionales del país, eliminando las posibilidades de empleo para oficiales de marina que están esperando oportunidades desde su posición de desempleados.
Aparte de los beneficios individuales que estos prácticos de la APCP obtienen, hay otro problema mayor, y es que aunque en años anteriores habían solicitado tiempo extra para descansar, pues estaban "muy cansados por el excesivo trabajo en el Canal", ahora no solo utilizan ese tiempo para trabajar fuera del Canal, sino que pueden usar dos de sus tres semanas libres como prácticos voluntarios para hacer trabajos en el Canal, aparte de la otra semana que pueden utilizar trabajando en otros puertos.
Esta situación de fatiga por el exceso de trabajo, como dijera un representante de Argentina durante la convención, "convierte el riesgo de las operaciones de practicaje en peligro".
La APCP, como UPCP, le está solicitando en estos momentos, un aumento de sueldo y beneficio a la ACP. Aumento que en parte está justificado, pues aunque localmente lo que ganan actualmente parece mucho, internacionalmente es menor de lo que se gana en países desarrollados y definitivamente la operación del Canal y más aún ahora con el proyecto de ampliación, debemos de caer en esa categoría en el ámbito marítimo.
Es indudable que en algunos puertos de Panamá, no en los de la bahía de Manzanillo donde existen suficientes prácticos panameños no miembros de la APCP entrenados correctamente, todavía se requiere la presencia de estos prácticos por su experiencia, la cual debía de utilizarse para el entrenamiento inmediato de oficiales de marina jóvenes que están esperando por oportunidades que la actual situación de competencia discriminatoria nunca permitirá.
El autor es capitán de barco
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