Exploración marítima de profundo calado
Izar Gijón abandona su especialización en la construcción de quimiqueros y asume el reto tecnológico de orientar su producción a los buques sísmicos tras la incorporación Factorías Vulcano, su nuevo propietario
CHEMA FERNÁNDEZ/GIJÓN
Fuente: El Comercio Digital
Los buques sísmicos que construirá Izar Gijón con licencia de Factorías Vulcano de Vigo, para la naviera noruega Rieber Shipping constituyen la nueva arma tecnológica que emplean las grandes compañías petrolíferas para las tareas de prospección del subsuelo marino en la localización de petróleo y gas.
Estos modernos buques son los protagonistas de la primera etapa de las prospecciones y están equipados con la más alta tecnología. Utilizan el GPS para garantizar su navegación y llevan una tripulación de entre 50 ó 60 personas.
Estos barcos sísmicos despliegan el equipamiento de exploración por su popa, con dispositivos denominados 'stremers' (cables de arrastre) que se mantienen a flote a través de un sistema de bollas y que el propio buque arrastra durante varias millas.Mientras durán los sondeos, se emiten sonidos de baja frecuencia (graves) y de alta intensidad hacia el subsuelo marino que éste refleja, diferenciando así los límites entre los estratos.
El sonido reflejado es procesado por los científicos en el buque para obtener información acerca de la composición geológica e identificar potenciales reservas de hidrocarburos en la zona en la que actúan.Las fuentes de emisión del sonido, llamadas 'airguns array', las constituyen una serie de pistolas de aire comprimido que son arrastradas a una profundidad de entre 4 y 10 metros; luego, la señal es recogida por una serie de hidrófonos (cables con micrófonos submarinos) conectados a los cables.
Las 'explosiones' son producidas en intervalos que van desde los 6 a los 20 segundos a lo largo de unas rutas determinadas conocidas como transectos.El sonido en el agua se transmite mucho más rápido que en el aire, y se han llegado a medir en las operaciones de los buques sísmicos considerables niveles de energía a muchos kilómetros de distancia (entre 50 y 70 kilómetros en aguas de 25 a 50 metros de profundidad).
Durante el proceso de exploración, el buque sísmico navega a una velocidad de unos cinco nudos y una pequeña embarcación de escolta acompaña al barco para confirmar si las aguas en las que va a actuar están libres de obstáculos, bancos de arena o de pesca, y para evitar que el área en la que está actuando sea cruzada por otros barcos.
Actualmente, una decena de estos buques están trabajando para las compañías Exxon Mobil, Petrobras y Shell en las aguas próximas a Brasil y a Mozambique en las que se supone que existen grandes reservas de hidrocarburos.
La naviera noruega Rieber Shipping tiene su principal campo de acción en la plataforma continental noruega y en Angola, Canadá y Golfo de México, áreas en las que han localizado producciones medias de 550.000 barriles de petróleo.
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