Bruselas planea dar exenciones fiscales a la flota de gran altura
29/11/2006
La medida beneficiaría a 270 barcos y a 7.000 pescadores gallegos que faenan fuera de la UE
Estudia rebajar impuestos y cotizaciones para mejorar la competitividad de las empresas
El comisario de Pesca, Joe Borg, se comprometió ayer a elevar a los Veinticinco una propuesta de apoyo a la flota europea de gran altura con exenciones fiscales para armadores y marineros similares a las que se aplican a la marina mercante.
La medida afectará a 270 palangreros de superficie, arrastreros congeladores y pesqueros de todo tipo con base en Galicia, que faenan en aguas extracomunitarias con tripulaciones que suman más de más de 7.000 personas.
Borg participó en el Parlamento Europeo en un seminario organizado por la eurodiputada Carmen Fraga, quien reunió a representantes del sector y de las instituciones comunitarias para debatir las salidas a la crisis de competitividad de la flota de gran altura.
Tal y como describió Fraga, los armadores llevan años alertando de que se ven obligados a competir con empresas de terceros países que, al contrario que las suyas, no están sujetas a las mismas estrictas normas laborales, sociales, sanitarias, medioambientales y de seguridad.
Sin embargo, esas firmas sí les disputan el mercado europeo de los productos pesqueros.
«Es una competencia desleal que amenaza precisamente a una flota muy comprometida con la pesca responsable», aseguró en el debate Julio Morón, vicepresidente de la Federación Española de Organizaciones Pesqueras.
Según su asociación, los costes de explotación de un atunero español ascienden a 5,3 millones de euros al año, cantidad muy superior a los 3,1 millones de un buque similar japonés, a los 2,6 de uno de Taiwán o a los 1,3 de uno de Ecuador o de Filipinas, cuyos armadores abonan salarios mucho más bajos, están obligados a prestar menos atención a la seguridad laboral y apenas pagan impuestos.
«No podemos aguantar la competencia de otras flotas que no están sometidas a las mismas reglas, pero no queremos pasarnos a banderas de conveniencia, sino seguir bajo el registro de la UE», apuntó José Ramón Fuertes, de la Cooperativa de Armadores de Vigo.
«Impacto»
El comisario de Pesca respondió asegurando que su departamento está estudiando todas las propuestas para estimar su «impacto» en el sector y su ajuste a la legalidad comunitaria en materia de libre competencia.
Una vez concluido ese estudio, Borg se comprometió a someterlo al dictamen del Consejo de Ministros de Pesca.
Los armadores quieren que la UE permita a los Gobiernos dar ayudas de Estado a sus empresas en forma de exenciones fiscales que podrían consistir en bonificaciones de hasta el 90% en las cotizaciones a la Seguridad Social y en el impuesto de sociedades.
Además, reclaman que se reduzca a la mitad el tipo del impuesto sobre la renta de las personas físicas que se aplica a los marineros.
Para sustentar su petición, esgrimen un informe jurídico del despacho madrileño J. Garrigues sobre el marco legal de la flota mercante de la UE, en el que se auguran los beneficios que supondría la extensión de ese sistema a sus empresas.
Según la Xunta, la flota gallega de gran altura que faena fuera de las aguas de la UE está formada, entre otros, por cinco grandes atuneros congeladores, 67 palangreros de superficie dedicados al pez espada fresco y congelado, 23 buques de la flota del fletán negro, seis bacaladeros en el mar de Barents y 20 grandes congeladores en Argentina y las Malvinas.
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